Si pensabas que el apocalipsis solo podía capturarse con cámaras de un millón de dólares, Danny Boyle acaba de demostrar lo contrario. 28 Years Later (o Exterminio 3: La evolución para el público hispanohablante) no solo marca el regreso de una de las sagas de terror más influyentes del siglo XXI, sino que también viene a recordarnos que el cine puede (y debe) romper sus propias reglas. Y lo hace de la forma menos esperada: grabando escenas clave con iPhones.
Sí, leíste bien. Boyle y su viejo cómplice visual, Anthony Dod Mantle, decidieron dejar de lado las cámaras tradicionales en algunas de las secuencias más violentas y perturbadoras de la película. En su lugar, recurrieron a un ejército de iPhone 15 Pro y Pro Max. ¿El objetivo? Capturar el caos con una inmediatez brutal y un estilo más inmersivo. Esto dio como resultado una nueva versión del apocalipsis, más cercana, más sucia, más real.
Cómo filmar el fin del mundo con tecnología de bolsillo
No se trata de una campaña de marketing para Apple (aunque seguramente Tim Cook estará sonriendo en alguna oficina de Cupertino), sino de una decisión estética y narrativa. En palabras del propio Boyle: “Queríamos que el espectador sintiera que estaba allí, corriendo, escapando, sangrando con los personajes”. Para eso, el iPhone ofrecía una solución ligera, portátil y sorprendentemente potente.
¿La escena más comentada? Aquella en la que se usaron hasta 20 iPhones al mismo tiempo para capturar múltiples ángulos de una secuencia sangrienta, al mejor estilo “bullet time” de Matrix. Rigs personalizados, grabación en 4K ProRes, perfiles logarítmicos de color... todo desde un dispositivo que muchos tienen en el bolsillo.
Claro, no toda la película fue filmada así. También hubo cámaras Panasonic, drones, y equipos profesionales para lograr un acabado cinematográfico equilibrado. Pero los iPhones no fueron una anécdota: fueron un elemento clave para darle forma al tono de la película.
Volver al origen (pero con mejor resolución)
No es la primera vez que Exterminio se aleja del estándar de Hollywood. En 2002, 28 Days Later se convirtió en un fenómeno por su estética cruda, casi documental. En lugar de efectos espectaculares, ofrecía caos realista y angustia palpable. Filmada con cámaras DV en su momento, la película se convirtió en culto no solo por su historia, sino por cómo estaba contada.
Ahora, con 28 Years Later, Boyle regresa a ese espíritu de urgencia, pero con las herramientas del presente. Más que una moda, el iPhone es una evolución coherente con la propuesta estética de la saga. Y aunque Sony prefiera que no lo digamos tan fuerte, lo cierto es que esta tercera entrega ha sido, en parte, un experimento visual valiente y necesario.
Una lección para Hollywood (y para los creadores)
La decisión de grabar parte de Exterminio 3 con celulares no es solo una curiosidad técnica. Es un mensaje potente: el cine no depende de los juguetes más caros, sino de la mirada más honesta. En un mundo donde las plataformas están llenas de producciones de fórmula, ver a un director consagrado arriesgarse de nuevo es una bocanada de aire fresco.