Monterrey se juega mucho más que un pase a Octavos. Se juega el respeto, la credibilidad y ese algo que hace del fútbol una locura hermosa: la ilusión.
La mesa está servida para un banquete de buen fútbol. Madrid es favorito en el papel, pero Pachuca tiene el hambre de los que no tienen nada que perder.
El Auckland City no fue al Mundial de Clubes a ganarlo. Fue a contar una historia. Una que habla de esfuerzo, equilibrio, sacrificios personales y la crudeza del deporte amateur.