En un mundo devastado por la infección del Cordyceps, donde los sobrevivientes luchan por cada día de vida, surgen nuevas facciones, nuevas reglas… y nuevos mesías. En la segunda temporada de The Last of Us, uno de los grupos más inquietantes y enigmáticos hace su aparición: los Scars, también conocidos como los Serafitas. Pero detrás de sus cánticos y sus cicatrices hay una figura casi mitológica: la profeta.
¿Quién era la profeta de los Scars?
Los Serafitas son una secta religiosa que vive apartada del resto del mundo, rigiéndose por estrictas normas espirituales y rechazando por completo la tecnología y las armas modernas. Se comunican a través de símbolos tallados en los árboles, utilizan arcos y flechas, y marcan sus rostros con profundas cicatrices… todo inspirado en las enseñanzas de una misteriosa mujer conocida únicamente como La Profeta.
Originaria de los suburbios de Seattle, esta mujer comenzó a predicar después del colapso de la civilización. Su visión era clara: el Cordyceps no era una tragedia, sino un castigo divino por los pecados de la humanidad. Solo aquellos que renunciaran a la modernidad y volvieran a una vida sencilla serían salvados. Sus seguidores crecieron rápidamente, seducidos por su carisma y sus supuestas visiones. Para muchos, era más que una guía espiritual; era una salvadora.
“Feel Her Love”: La frase que lo dice todo
El culto alrededor de la profeta creció hasta convertirse en el núcleo de los Scars. En paredes, árboles y rocas aparece una frase escrita con sangre: Feel Her Love. Es su lema, su oración, y una advertencia. Junto a este mensaje, el símbolo de los Serafitas se repite constantemente, como una marca de fe y poder.
Gracias a ella, los Scars aprendieron a sobrevivir sin depender de las armas de fuego ni de la tecnología. Formaron una comunidad fuerte, autosuficiente, unida por la fe… y por el miedo.
Un mundo sin su guía: ¿Qué pasó con ella?
Para cuando Ellie y Dina entran en contacto con los Scars, La Profeta ya no está. Aunque su nombre no se pronuncia, su presencia se siente en cada rincón. Uno de los personajes más importantes, Lev, menciona a su hija la historia de esta mujer sagrada, dejando entrever que ya ha muerto y que los Serafitas han cambiado desde entonces. Pero la serie no revela exactamente qué ocurrió con ella.
Es el videojuego el que da una respuesta más clara y aterradora: La Profeta fue ejecutada por el WLF, el grupo militar liderado por Isaac Dixon. El conflicto entre los dos bandos, que comenzó con choques ideológicos, se volvió cada vez más violento. Para Isaac, la influencia de La Profeta era peligrosa y debía ser eliminada. Su captura y muerte marcaron un punto de quiebre para los Serafitas.
La caída del ideal y el ascenso del fanatismo
Tras la muerte de su guía, los Serafitas entraron en una nueva era. Los nuevos líderes tomaron el control, pero en lugar de honrar sus enseñanzas, las distorsionaron. Lo que alguna vez fue una comunidad religiosa enfocada en la paz espiritual se transformó en un grupo radical, violento y despiadado. Ahora, justifican atrocidades en nombre de su fe: ahorcamientos, torturas, cacerías humanas…
Lo que antes era una salvación, se volvió una maldición. Los ideales de La Profeta fueron devorados por el fanatismo.
La guerra santa que no fue su voluntad
Con el WLF y los Scars enfrentados en una guerra sin cuartel, los personajes como Lev y su hija se convierten en fugitivos de ambos bandos. Huyen no solo del peligro físico, sino también de una fe corrompida. La serie nos muestra que incluso los dogmas más puros pueden ser manchados por el miedo, el poder y la desesperación.
La Profeta de los Scars sigue siendo un misterio envuelto en leyendas, pero su historia es una advertencia: en tiempos oscuros, incluso la luz más brillante puede ser usada para justificar la sombra.
