Aprende a catar un puro como un sibarita

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No todos los que fuman puros son capaces de apreciar el gran número de matices que su inhalación provoca. Quizá porque no se fuman correctamente o quizá, porque el paladar no está habituado a hacerlo. Por ello, queremos darte una lección básica de cómo catar un puro para que no sientas que es sólo humo sino sabor, aroma, textura, etc.

Foto: Cortesía

Para ello vamos a darte los pasos básicos para catar un puro para que practiques en casa, o donde estés, y así conseguir que fumar un puro sea de verdad un arte. Como en toda cata entran en juego los sentidos: vista, tacto, olfato y sobre todo gusto, serán tus aliados en este aprendizaje. Ellos te permitirán conocer las principales características del puro: aroma, sabor, combustibilidad, tiro y fortaleza.

Cómo catar un puro

Paso 1: la capa

Es la parte externa del habano y aquí es donde se utiliza la vista para ver si es más fina o gruesa, cuál es su color, cómo es el aspecto de la hoja de tabaco que lo envuelve; también el tacto te ayudará a descubrir si es regular o irregular, suave o más dura así como el acabado, que puede oscilar desde el más apretado al más blando.

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Paso 2: el aroma

Como en toda cata, pasa igual en los vinos, el aroma es muy subjetivo porque enlaza con la memoria olfativa e histórica de cada persona. Aún así, hay unos rasgos básicos que prevalecen y que se pueden apreciar de varias maneras. La primera es al abrir la caja donde se encuentre el puro, la segunda, acercado el cigarrillo a la nariz y la tercera es al encenderlo. Para apreciar su aroma en combustión, debes hacerlo con la punta humeante en posición hacia arriba y a una distancia de la nariz de unos 30 centímetros. Ahí descubrirás la intensidad, más o menos fuerte o aromática que tenga el habano.

Paso 3: el sabor

Es quizá la parte más importante de la cata, porque hará que una versión te pueda gustar más que otra, dependiendo de cómo lo sientas en boca. Recuerda que como todo, el estado de ánimo, la hora del día, si hemos comido antes, con qué lo combinamos, influyen en el sabor.

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Debes darte cuenta también que las primeras caladas no definirán el sabor general del puro, porque el humo tiene una temperatura mayor que el cigarro, y en las primeras bocanadas pasa a través de él. Poco a poco el tabaco, con cada calada, va a ir calentándose y dejando que salgan todos los aromas. Ahí es cuando descubrirás todo el abanico de sabores.

Paso 4: el tiro

Además del aroma y el sabor, es importante determinar si tu puro tiene el tiro correcto o no. Dependiendo de cómo sea el tiro la combustibilidad del cigarro puede ser menor o mayor, porque de ahí depende la entrada de aire en las caladas. El truco para que el tiro sea el perfecto y deje pasar la cantidad correcta de humo, que como hemos visto es la que determina el sabor, dependerá de cómo el maestro habanero haya liado el tabaco y lo haya torcido y de cómo tú cortes la boquilla antes de prenderlo.

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El tiro se cuantifica de 1 a 5, siendo 5 el tiro correcto; 2 es el tiro excesivo (la bocanada es demasiado exagerada, entra con mucha fuerza y llega caliente) 1 es el tiro insuficiente ( por mas que se aspira apenas sale humo) 4 es un tiro ligeramente superior al correcto y 3 uno ligeramente inferior.

Paso 5: el corte

Tres son los tips que te damos en este paso: debe ser limpio, sin estrías y nunca cruzar la linea que une la perilla (por donde cortarás) con la capa. Si la sobrepasas hará que el cigarrillo comience a desenrollarse y ya no podrá ser fumado. Y ahora, ¿ya te sientes más preparado para sentarte y fumar un puro? Seguro que sí.

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