La tercera temporada de El Juego del Calamar no fue diseñada para dejarnos respirar tranquilos. Y eso se nota desde el primer minuto. El creador Hwang Dong-hyuk lo dejó claro: esta historia no está hecha para finales felices. Pero en medio del caos, la sangre y la ambición, hubo un destello de humanidad. Y sí, también un final que no dejará indiferente a nadie.
Te contamos quién ganó, quién murió, el regreso que se venía construyendo desde la primera temporada… y un cameo que acaba de abrir la puerta a un universo aún más grande.
Bienvenidos a la nueva masacre: el juego de las escondidas más brutal de la historia
Tras el colapso emocional de la temporada 2, la tercera arranca sin tregua: los jugadores deben regresar al juego, esta vez iniciando con una sádica versión de las escondidas. La mitad se oculta en un laberinto, la otra los caza… con cuchillos. Si creías que ya habías visto lo peor, esta ronda deja claro que el espectáculo va más allá de la lógica. Es matar o morir.
Gi-hun (Jugador 456) regresa distinto. Más oscuro, más determinado… y más desesperado. La rebelión ha fallado. Y la única manera de resistir es seguir jugando. Pero el costo, esta vez, será irreparable.
¿Quién muere en la temporada 3? La tragedia era inevitable
Los jugadores caen uno a uno. El juego final —una competencia a muerte entre tres torres de piedra— deja claro que aquí no hay alianzas, no hay honor, y no hay final limpio.
Gi-hun llega a la última ronda con la bebé de la jugadora 222 amarrada a su pecho. Frente a él, el jugador 333 y los pocos sobrevivientes. La tensión crece. Todos están dispuestos a matar para llevarse el botín.
Cuando 333 parece dispuesto a sacrificar a la bebé, Gi-hun lo detiene y lo mata. Pero el juego exige una última decisión: sacrificar al bebé o sacrificarse. Y en el momento más poderoso de toda la serie, 456 decide morir para que la bebé viva. Su gesto es una bofetada moral al espectáculo macabro del que fue parte, y un grito de resistencia ante los VIP que observan todo desde su palco.
¿Quién gana El Juego del Calamar? El giro más inesperado de la serie
La bebé —sí, la misma que nació dentro del juego— se convierte en la ganadora. Gracias al sacrificio de Gi-hun, el dinero y su vida quedan a salvo. Eventualmente, Jun-ho, el ex policía y hermano del Front Man, la lleva consigo. En paralelo, el Front Man visita a la hija de 456 para contarle lo que ocurrió con su padre y entregarle el dinero que él ganó en la primera temporada.
Este cierre no solo honra el arco de Gi-hun, también reestructura toda la lógica de la serie: no gana el más fuerte, gana la inocencia.
Guardias, redención y conexiones con el pasado
Guardia 011 fue una de las pocas figuras dentro del sistema que mostró tener conciencia. Desde la temporada pasada dejó ver su rechazo al tráfico de órganos y, esta vez, da un paso más: salva al jugador 246, luego de recordar que conoció a su hija enferma en un parque de diversiones.
En el epílogo, vemos a No-eul trabajando de nuevo en ese mismo parque, mientras 246 le hace una caricatura. Es un momento casi poético, que confirma que sí, algunos logran escapar del infierno… aunque sea con cicatrices.
Y hay más: Kang Cheol, el hermano de Kang Sae-byeok (la jugadora de la temporada 1), aparece brevemente para cerrar su propia historia. Al fin se reúne con su madre. Es un cierre emocional que enlaza toda la narrativa con la primera temporada.
El cameo que abre el universo de Squid Game
La escena final merece una sección aparte. Estamos en Los Ángeles. In-ho camina por la ciudad y ve a dos personas jugando ddakji. Una de ellas parece estar en situación de calle. La otra lleva un traje rojo muy familiar. La cámara sube… y es Cate Blanchett.
Sí, esa Cate Blanchett.
No hay diálogo, no hay explicación. Pero el mensaje es claro: hay otra versión del juego en marcha. Y alguien tan poderosa como ella podría estar reclutando para la versión americana del Squid Game. Con un solo gesto, la serie deja abierta la puerta para una expansión global que podría cambiarlo todo.
¿Final cerrado o el inicio de algo más?
La tercera temporada no solo cierra el arco de Gi-hun con una nota alta, sino que deja sembradas múltiples posibilidades para el futuro. ¿Veremos a la bebé ganadora regresar como jugadora, como reclutadora… o como símbolo de resistencia? ¿Qué papel jugarán In-ho y Jun-ho ahora que conocen la verdad desde dentro?
Lo único claro es que El Juego del Calamar sigue evolucionando. Ya no se trata solo de sobrevivir: se trata de lo que uno está dispuesto a sacrificar por mantener la humanidad en medio del horror. Esta vez, al menos, alguien logró demostrar que incluso dentro del infierno… todavía hay espacio para un acto de bondad.
Bonus track: Cate Blanchett no fue el único cameo planeado. Según fuentes internas, hay más nombres grandes en la mira para una posible cuarta temporada. Pero ese, claro, es otro juego.
