Tu disfrute íntimo se verá afectado por diversos factores a medida que cumples años. Conoce qué te perjudica y goza -para siempre- como en la universidad.
Cumplir años tiene sus pros y sus contras, y en temas de la cama, no es la excepción. Tus orgasmos han cambiado -o así lo harán- a medida que creces. Las quejas son múltiples: que si antes el tiempo del coito duraba más, que si la eyaculación era más potente y que si el orgasmo se sentía más fuerte. Ojo, esto último tiene su solución.
NOTA RELACIONADA: Problemas de tu pene que podrías sufrir en silencio.
Según el doctor Darius Paduch, profesor de Urología y Medicina Reproductiva de la Weill Cornell Medicine, en Nueva York, uno de los principales problemas que afectarán a la calidad de tus orgasmos son las preocupaciones adultas, las cuales no tenías en cuenta en etapas tempranas de tu vida. Para evitar este contratiempo, la pareja tendrá que centrarse en una relajación plena de forma previa al acto sexual que deje la mente en blanco. Para un clímax perfecto, has de activar determinadas áreas de tu cerebro, que si estás preocupado nunca encenderás.
Asimismo, según un estudio llevado a cabo por Archives of Sexual Behavior, los hombres que menos abrazaban y se entregaban a sus parejas tenían dificultades para alcanzar dicho estado sexual pleno. Es por eso que la fomentación del cariño y el deseo físico ha de estar latente a cualquier edad.

NOTA RELACIONADA: Los 4 lugares que debes estimular para llevarla al orgasmo
La biología también hace lo suyo en cuanto al cambio de este deseo íntimo pues con el paso del tiempo, irás perdiendo la famosa testosterona. Esta hormona disminuye y te nubla la percepción orgásmica mientras que aplaca tus intenciones sexuales -el dilema por antonomasia en una pareja adulta-. Y todo esto no se queda aquí, ya que la cantidad de semen también se “esfuma” junto a esta hormona.
El hecho de que hayas ganado unos kilitos con la edad adulta también se refleja en tu sexo aunque no lo creas. Si así ocurre, convertirás tus hormonas de testosterona en estradiol, lo que dificulta la erección y a los vasos sanguíneos de tu pene. ¿La solución? El ejercicio y la producción de endorfinas que éste te aporta.
Por último, ten en cuenta que puedes estar sufriendo de una patología que no te tratas y que también afecta a tu placer: un tercio de la impotencia masculina a edades avanzadas se debe a la diabetes, la cual si no te tratas puede repercutir a tus niveles de dopamina, un químico que te excitaba cuando eras más joven.
Crédito de foto: Getty Images.