Y todo tiene un por qué, aquí tienes la mejor de las excusas o la peor de sus razones para hacerlo. ¿Qué piensas al respecto?
Sabemos que todo depende del cristal por el que se mire el asunto. La actitud y las circunstancias que rodean a una infidelidad en ocasiones matizan mucho más que el propio hecho de haberla cometida. Y sí, esto suena muy idílico hasta que te ocurre a ti, pero por si esto te puede dar algo de consuelo: una infidelidad en ocasiones puede ser lo mejor que le ocurra a una pareja.
(Oh, vaya… ahora todo tiene sentido)
Y no lo decimos nosotros, sino la experta psicoterapeuta de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Esther Perel, la cual ha colado en las listas de libros best selles un par de sus tomos. ‘Inteligencia Erótica’ se publicó en 2006 y se ha traducido a más de 24 idiomas, por lo que nos hace una idea de que sabe de lo que habla.
Pero, ¿qué tiene ella que decir respecto a la infelidad? Parece claro: “Ésta puede ser buena o mala, depende de cómo se mire. Muchos amoríos son rupturas, pero algunos son reconciliaciones. Creo que las personas deberían poder determinar por sí mismas las decisiones que tomarán y sus consecuencias. Los amoríos e infidelidades obligan a una pareja a hacer un balance de su matrimonio. A veces, la relación que surge es más fuerte y más honesta y profunda que la que existía antes, porque la gente finalmente mejora”.
(Pero todos sabemos que la realidad es más ajustada a esto)
La conclusión es que el acto en sí no es el fin de tu relación, sino lo que decides hacer más tarde (que en ocasiones la fortalecerá). ¿Estás de acuerdo?
Crédito de foto: cortesía