Te decimos los beneficios de tener un sueño reparador.
Antiguamente se pensaba que cuando dormíamos entrábamos en un letargo inútil del que no podíamos sacar nada de provecho. Error que con los siglos se ha desmitificado, de hecho, hasta el siglo XIX se creía que el cerebro se “apagaba” al dormir.
El descansar plácidamente es una asignatura pendiente para muchos de nosotros. Descansar bien mejora nuestro estado de ánimo y de humor, además de dejarnos listos para una nueva jornada, pero, ¿de qué nos perdemos mientras descansamos en nuestras camas?
NOTA RELACIONADA: ¿Por qué te sientes cansado a pesar de haber dormido bien?
Tú, todas las mañanas.
Cuando yacemos de noche, nuestra memoria almacena todo lo aprendido durante el día para así incorporarlo a nuestro cerebro como si de una carpeta llena de archivos se tratara. Así, evolucionamos y aprendemos. Es decir, la “máquina” se encuentra a toda marcha cuando reposamos.
Junto a Morfeo además utilizamos la función de escaneo de nuestra jornada pasada, recogemos datos y se analiza esa información para rescatar los más provechoso -de ahí que sea tan importante dormir antes de un examen o una presentación importante.
Las millones de neuronas se conectan y crean patrones de actividad mientras que en el hipocampo la información se almacena. Así, durante las primeras horas de sueño consolidamos fechas importantes y recuerdos comunes que no olvidaremos.
Ahora ya sabes lo importante que es dormir.
Así, si hacemos una tarea que consideramos difícil antes de dormir, veremos cómo al despertar nos parece mucho más fácil y abordable. ¿Las horas recomendadas para cada día? Ocho, para tener un verdadero sueño reparador.
Sin embargo cada día dormimos menos, lo que es achacable a enfermedades que se han potenciado en las últimas décadas como la obesidad. Además de hacernos menos pacientes y eficientes en nuestras tareas cuando recortamos horas de descanso.
Ojo, cuando no dormimos segregamos cortisol, la hormona responsable del estrés en nuestro cuerpo, mientras que reduce la creación de otra hormona, leptina, que se encarga del apetito.
Parece que quitarle horas a nuestra almohada no es buena idea después de todo ya que, sin unas largas horas de descanso, no veremos la forma de afrontar ese examen o informe que nos parece imposible.
Crédito de gifs: Giphy
Crédito de foto: Retomada de YouTube