¿Siempre te lo preguntaste? Aquí la razón.
¿Ha cambiado tanto el tamaño del miembro masculino con el paso de los siglos? Si no es así, ¿por qué parece que en la antigua Grecia todos los penes reflejados en las estatuas eran diminutos? Aquí va la razón definitiva.
Antiguamente, el tamaño del miembro viril no era sinónimo de masculinidad o poder sexual, de hecho, se asociaba a una vida alejada del atletismo (en el cual podría ser un contratiempo tener un pene sobrehumano) y a un coeficiente intelectual que se centraba en otros aspectos que no era el deporte. Y sabemos que los griegos adoraban el deporte. La inteligencia y la vida atlética no tenían nada que ver con lo que guardamos debajo de la cremallera.
(Parece que la caballerosidad y el bíceps era más que suficiente en la época)
Así, paulatinamente el pene se fue retratando de forma limitada y precaria, lo que parecía no importarle a las féminas de la época -o al menos eso dirían en público-.
Pero este problema “de tamaño” no se reflejó en otros artes como la pintura, esto es porque el ideal griego se reflejaba en las estatuas y no en grabados o jarrones. Y si las mujeres griegas se representaban con grandes atributos o senos, era porque era símbolo de fertilidad, no por un machismo antes de Cristo.
Esto explicaría este fenómeno tan raro como incómodo que nos abordaba cuando estábamos en frente de este tipo de obras de arte, ahora ya sabes que no, que el tamaño no ha variado tanto, pero los cánones de belleza y reconocimientos a valorar en un hombre sí, y parece que el pene ganó terreno con los siglos.
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