La carrera de la que empezaba a ser un icono erótico parece haber acabado de repente, te contamos cuál fue su gran fallo.
Hace ya diez años de aquél estreno mundial que nos dejó a todos atónitos:’Transformers’ llegaba a los cines y a todos nos deslumbraba algo más que el brillo de las máquinas, aquella muchacha casi desconocida y que hacía alarde de sensualidad e inocencia. Megan Fox había entrado en nuestras vidas y ya no podíamos sacarla.
Desde entonces le esperaba un rol de icono erótico que se forjaba a pasos agigantados, portadas de revistas que se peleaban por ella y una legión de cámaras que la perseguían donde quiera que fuera.
(Literalmente, su imagen exuberante devoró a los medios de comunicación)
Pero hoy, solo una década más tarde parece haber sido tragada por la tierra, de hecho su último gran éxito de taquilla sucedió en 2009 con ‘Transformers: la venganza de los caídos’, luego le seguiría una larga lista de fracasos profesionales que apenas puede salvar su papel en la nueva saga de ‘Tortugas Ninja’ -que parece solo enfocar su cuerpo-. De hecho, en 2012 se vio obligada a protagonizar un filme directamente para televisión, lo que cualquier intérprete de Hollywood habría negado hasta la saciedad, pero ¿cuál fue su fallo?
Cabe destacar que el factor X de Fox nunca fue más allá de su físico, la crítica destacó las capacidades limitadas como actriz de ésta y ella supo explotar su punto fuerte, aunque esto no es excusa para su destierro hollywoodense, ya que actualmente conviven en la industria cientos de chicas en su misma situación.
(Nunca le pedonaremos el vacío filme «Jennifer’s Body»)
El primer paso en falso que dio Fox fue aceptar todo lo que le propusieron sin un criterio definido, se quería comer el mundo y el mundo se acabó comiendo su temprana carrera. Las revistas femeninas le daban de lado al mismo tiempo que su base de fans adolescentes masculinos la reclamaban con menos ropa. Más tarde hablaría y este sería su final. En 2008 proclamaba ser bisexual, para en 2009 decir que no era para tanto y en 2010 afirmar que no era cierto, esto le costó ser un personaje no creíble por los medios. Pero el varapalo definitivo a su currículo se lo asestó ella misma mordiendo la mano que le daba de comer, es decir, los directores que la lanzaron al (efímero) estrellato. En una entrevista hacía estas declaraciones sobre el director de Transformers: “Michael Bay es como Hitler, quiere ganarse la reputación de megalómano y es una pesadilla trabajar con él. Cuando está fuera del set es adorable y tímido, no tiene remedio ya que posee herramientas sociales nulas”. Esta frase le costó el enfado de Steven Spielberg (productor ejecutivo de la saga) y el despido fulminante de la tercera entrega del blockbuster a escasos días del rodaje, que la sustituyó en 2011 por el ángel de Victoria’s Secret Rosie Huntington-Whiteley. Ya no había más Fox con robots.
(Las operaciones estéticas eliminaron de su rostro la inocencia y picardia inicial que poseía)
Un controversial tatuaje de Marilyn Monroe borrado de su cuerpo más tarde, unas declaraciones en las que afirmaba que «sólo se había acostado con dos hombres en su vida» y que iba a misa los domingos, parecía que la niña mimada del cine cayó en saco roto. Y los papeles que escogería más tarde no la iban a ayudar precisamente, todos recordamos el irrisorio filme de “Jennifer’s Body” en el que hace de sexy alienígena o el simple cameo haciendo de ella misma en ‘El Dictador’. Desde este último largometraje pasó dos años sin aparecer en una pantalla de cine, lo que saltó las alarmas de su muerte profesional.
Asimismo, toda la presión recibida por estar a la altura de sus primeros hits cinematográficos se reflejaba en unas cirugías que cada vez la hacían parecer más plástica y menos natural, lo que alejó a su público masculino que era el último que la acompañaba. ¿Cuál fue entonces su error?, ¿pecar de sincera?, ¿querer ser un mito erótico demasiado rápido y fácil? Puede que de todo un poco, pero lo que sí es seguro es que a sus 30 años y siendo madre de varios niños, su tiempo de gloria parece haber pasado, pero nosotros nos mantenemos a la espera de que Fox dé un vuelco de 180º a su imagen y regrese a nuestras vidas, si no montada en un Transformer al menos sí como mujer realizada y segura de sí misma.
Crédito de foto: Dreamworks