El actor ni siquiera quiere ver su más reciente película (que podría darle su cuarto Oscar).
No es la primera vez que Daniel Day-Lewis ha anunciado que se retira como actor… Pero hay algo en su manera de contarlo que nos hace pensar que esta sí puede ser la definitiva. ¿Qué lleva a uno de los hombres más reverenciados del cine, ganador de tres Oscar y con todas las probabilidades para una nueva nominación por El Hilo Invisible, a dejarlo?
La respuesta: la tristeza.
Esa respuesta se deduce de sus sinceras palabras en una entrevista en W, donde analiza sin llegar a conclusiones definitivas qué ha pasado en su nueva colaboración con Paul Thomas Anderson que le ha trastocado tanto:
«Antes de hacer la película, no sabía que iba a dejar la actuación. Paul y yo nos reíamos mucho antes de empezar a rodar. Después dejamos de reírnos porque los dos estábamos sobrecogidos por un sentimiento de tristeza. Nos cogió a los dos por sorpresa: no nos habíamos dado cuenta de qué era lo que estábamos dando a luz. Fue duro convivir con ello. Y lo sigue siendo»
¿Pero cuál es la trama de la película para que provoque ese efecto demoledor en su protagonista?
A la vista de la sinopsis, no hay nada tan oscuro: Day-Lewis interpreta a un diseñador de moda de los años 50 en Inglaterra, del que es cliente la monarquía, alta sociedad y el mundo del cine. Un soltero metódico, introspectivo, que queda enamorado de una joven camarera que se convierte en su musa y amante.
Del tráiler se deduce que profundiza en el miedo a soledad, en el amor posesivo, en la incapacidad de querer.
Queremos ver ya la película, que se estrena el 25 de diciembre en Estados Unidos. Y eso es algo que no hará el propio Daniel Day-Lewis:
«Esa tristeza se ha instalado en mí, simplemente está aquí dentro. Que no quiera ver la película está conectado con la decisión que he tomado de dejar de trabajar como actor. Pero no sé por qué la tristeza vino para quedarse. Eso ocurrió mientras contábamos la historia, y de verdad que no sé por qué»
De su reflexión podemos sacar una conclusión ligeramente positiva: igual que desconoce por qué esa tristeza se ha instalado en él, quizá un día se vaya de la misma manera que vino y entonces podremos recuperar a uno de los mejores actores de las últimas décadas.
¡Crucemos los dedos!
Vía Esquire ES