Para los conductores, el frío y la lluvia son sinónimos de cristales empañados, los cuales hacen incómodo manejar, cuando no se vuelven un factor de peligro para automovilistas y peatones, pues la visibilidad se reduce parcialmente. Y aunque logres limpiar el cristal al frente, generalmente se crean puntos ciegos. Por eso, recurrimos a los expertos en autos para que nos regalen algunos consejos para evitar los cristales empañados, usando las herramientas que te da tu propio automóvil.
Estos son algunos de los consejos para tomar en cuenta para ganar en comodidad y seguridad cuando circulamos en época de bajas temperaturas:
1- ¿Cómo acabar con los cristales empañados?
El contraste entre la baja temperatura exterior y una más alta dentro del vehículo provoca que se empañen los cristales. “Cuando nos encontramos en esta situación, debemos subir la temperatura del aire acondicionado al máximo y orientar los difusores hacia la luna y los cristales”, explica María García, ingeniera del Departamento de Desarrollo y Aerodinámica de SEAT.
2- ¿Abrigado al volante?
Guantes, abrigos y bufandas suelen dificultar nuestra libertad de movimiento y, con ello, comprometer la seguridad. “Los guantes son recomendables tan sólo en casos excepcionales cuando las bajas temperaturas disminuyen la sensibilidad de las manos al volante”, matiza la experta.
3- Asientos con calefacción para aclimatarnos
Son la solución para entrar en calor en el menor tiempo posible. Este sistema proporciona calidez de forma uniforme en tan sólo tres minutos. “Debemos activarlos justo al subir al auto y regular su uso según nos vamos aclimatando, evitando utilizarlos de forma prolongada a alta temperatura”, aconseja María García.
4- La temperatura ideal para viajar
Hablamos de 21.5 °C y se le llama ‘temperatura de confort’. La opción de climatización automática sirve precisamente para regular de forma automática la temperatura de nuestro vehículo. “Activándola se logra un reparto homogéneo: la mitad del aire caliente sale por los pies a unos 40° y se enfría cuando llega a la cabeza, para que nos mantengamos más despejados al volante”, explica la ingeniera. De hecho, conducir con calor extremo en la parte superior del cuerpo puede provocar somnolencia: “Circular a 35 °C es similar a hacerlo con una tasa de alcohol de 0.5 G/L”, advierte.
5- Calor sin costos adicionales
A diferencia del aire acondicionado, la calefacción no consume combustible ni agua extra. La explicación es que “el agua caliente del motor se usa para la climatización y vuelve al motor a una temperatura caliente, pero mucho más baja de lo que salió, por lo que en realidad se podría considerar que ayuda al radiador del motor”.
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