Entrevista a Mauricio Maillé, director de Artes Visuales de Fundación Televisa
Esquire Latinoamérica: El festival dedicará su programación a Latinoamérica con una panorámica que muestra su riqueza, efervescencia y solidez. En palabras de María García Yelo, directora del festival: “No existe una fotografía latinoamericana, existen las fotografías latinoamericanas”. ¿Hacia dónde crees que nos quiere llevar con esta paráfrasis?
Mauricio Maillé: Me parece un comentario muy atinado, en el sentido de que es muy difícil definir un tipo de fotografía, en particular, en está ocasión Fundación Televisa está llevando a PhotoEspaña tres exposiciones importantes que creo que se complementan extraordinariamente bien.
Creo que el razonamiento de la directora de PhotoEspaña se justifica en primer término por presentar a una fotógrafa clásica latinoamericana que no es vista allá.
Lola Álvarez Bravo, una fotógrafa clásica moderna, que hizo la mayor parte de su trabajo en la primera mitad del siglo XX, es una fotógrafa de la modernidad, de la ciudad que está evolucionando con los rascacielos, muy involucrada en los movimientos culturales de su época, vinculada a los pintores, fotógrafos, escritores del momento.
Es una mujer que retrata de una forma muy autentica el México que le toca vivir, no es propiamente fotoperiódista, es una autora del momento con un idioma propio en sus imágenes, con una idea de la modernidad, de un tiempo que avanza de forma muy vital. Con esta exposición de 75 imágenes se pondrá en el mapa a una autora poco conocida en Europa.
En segundo, la exposición de Ana Casas, Kinderwunsch. Es una fotógrafa contemporánea que desarrolló durante siete años un proyecto muy tenaz, muy profundo, sobre la maternidad, con muchos cuestionamientos sobre todas las implicaciones que tiene este paso trascendental en la vida de una mujer en las transformaciones del cuerpo, la vinculación con los hijos, la fragilidad.
Un trabajo absolutamente introspectivo y prácticamente desarrollado desde casa. Son imágenes de vida cotidiana transformadas algunas de ellas, y sugeridas por ella, con juegos, con dinámicas, interacción con sus hijos, muy profundas, enfrentándose en algunos momentos, más dramáticos, a enfermedades tanto de ella como de sus hijos, con un miedo a la muerte, a la enfermedad. Una forma de analizar, el cuerpo y sus transformaciones, la condición de madre de manera intensa y profunda.
La mirada de una autora como Ana Casas es absolutamente opuesta del ojo de Lola Álvarez Bravo, sin embargo, se complementan porque las dos demuestran la riqueza de un territorio en el que está sucediendo una gran creación fotográfica.
Y sin duda alguna la que creo que será una exposición que desate un enorme interés por parte del festival y sus visitantes es la tercera exposición, que es colectiva, con más de 200 imágenes, con más de 53 autores, Develar y detonar donde la pertinencia del título busca develar a estos nuevos autores de la fotografía mexicana que, prácticamente, ni en México son conocidos, y denotar a través de su trabajo, transmitir una nueva mirada de lo que es no sólo México sino muchos méxicos. Así como no hay una fotografía latinoamericana, creo que en Develar y detonar no vemos un México, vemos muchos méxicos a través del trabajo personal, experimental y artístico de estos 53 fotógrafos.
Creo que es una exposición muy intensa, muy sorpresiva con una riqueza extraordinaria en sus propuestas, muchos de los periodistas están retratando la situación del país, una violencia extrema, que se refleja en algunos de los autores de la exposición. Otros manejan temas diferentes como el retrato, cuestiones de genero, paisaje, un trabajo con las comunidades locales. Será una gran sorpresa de advertir, primero la enorme diversidad cultural que existe en nuestro país en la que no hay una cuestión homologada en la forma de producir imágenes, no existe una identidad fotográfica mexicana, y por otra parte la seriedad de las propuestas artísticas de estos jóvenes mexicanos con su cámara.
EL: ¿Cómo es qué la fotografía se ha convertido en un instrumento generador de discursos que permiten la comunicación con el espectador? ¿Se puede hablar de un debate sobre la imagen fotográfica contemporánea?
MM: En este caso que se trata de una exposición que fue reflexionada por los tres curadores con bastante tiempo y esmero. Las imágenes que ahí se incluyen, los trabajos, los pequeños ensayos que presentan cada uno de los artistas, son oportunidades de una reflexión sobre algún tópico especifico, vinculado a nuestro país, ya sea en lo social, político, personal, el género, el paisaje, lo comunitario, la violencia, la geografía, es entonces que mediante esta diversidad de temas la exposición arroja de una forma muy elocuente campos de reflexión y paradójicamente a pesar de que estemos en un país en donde han habido tantas adversidades en le tema de la inseguridad y la violencia, con altos índices de pobreza, un país con muchas deficiencias en nuestro desarrollo, con una corrupción altísima y una clase política muy pobre, creo que el quehacer artístico y la aportación de estos autores refleja justamente lo contrario, refleja una serie de posturas que se sobreponen a esta condición, buscan y reflexionan, proponen y se cuestionan, eso me parece muy rico en el proyecto.
¿Lo contemporáneo en la fotografía y en el arte está condicionado a la época a la que está sujeta y a normas estéticas fijadas por una tradición o más bien está asociado a la ruptura con el academicismo y su adaptación a las novedosas teorías del arte?
Lo contemporáneo es lo que se esta describiendo y sucediendo hoy, pero si los artistas no son conscientes tanto de la historia cultural y artística de su país de su lugar, no es gratuito que surja una movimiento de jóvenes fotógrafos tan potente como los autores de Develar y detonar, sin que haya en México una gran tradición en el ámbito visual tanto pictórico, fotográfico, cinematográfico, sí hay una gran fuerza creadora en México, somos un país eminentemente visual y podemos ver como en Cannes y en los festivales de cine, el cine mexicano trasciende, hay artistas plásticos que están en los mejores espacios del mundo. Eso es resultado de que hay una tradición y una consistencia en la creación, y que al final es un legado que va sumando poco a poco lo que está sucediendo hoy en día.
El arte contemporáneo académico está sujeto y está basado en ciertas tradiciones que pueden fungir mezcladas, pero justo ahí depende de cada autor la forma en como asume su trayectoria creativa, hay autores que les interesa romper, y en la historia del arte hemos visto como ciertos movimientos artísticos han roto con el pasado y se han rebelado de una forma muy vehemente ante lo que se hacía antes para intentar renovar absolutamente. Hoy yo creo que no estamos en un momento de tantas renovaciones, pero sí de replanteamientos, de la irrupción de un arte más conceptual que ha dominado los discursos y los espacios artísticos en el mundo contemporáneo, pues ese arte está sujeto a una reflexión profunda sobre aspectos políticos y sociales del mundo contemporáneo, es frecuente ver como varios artistas apelan o hacen referencia a autores importantes en la historia, que al ser leídos en un contexto contemporáneo adquieren relevancia, y hoy en día nos podemos acercar desde un poeta como Velarde cuya estructura en el manejo del lenguaje es sumamente contemporánea o el propio Marcel Duchamp, en fin son autores que siguen siendo una referencia constante para el mundo de la creación y siguen siendo ejemplos para poder sacar ideas y reflexiones, porque una de las finalidades del mundo del arte es buscar el debate, buscar mayor profundidad en la reflexión de los espectadores.
EL: ¿Cuáles son tus fotografías favoritas de cada exposición?
MM: En el caso de la exposición de Lola Álvarez Bravo, me gusta mucho el Tríptico de los Martirios, que son tres imágenes que ella creó para un proyecto que creó para Acapulco en el Sueño, un proyecto editorial muy bien hecho, en el que se expresa la voluptuosidad de un paraíso tropical.
En el caso de Ana Casas, para mí lo más fuerte son estas confrontaciones que realiza en interacción con sus niños. Me gusta una foto donde ella está desnuda, recostada y tiene un dinosaurio encima, me parece una imagen muy fantástica dentro de un ámbito cotidiano.
Y en el caso de Develar y detonar, me resulta difícil pues son 53 fotógrafos, hay una diversidad del lenguaje muy amplia, es complicado. Carlo León es un chavo muy frágil que genera autorretratos y retratos, que pinta y después quema, es muy experimental. Una de sus imágenes será la portada del libro que se presentará en PhotoEspaña. Pero no me decido por ninguna. Todas están potentísimas. Hay imágenes súper misteriosas. No sé si tengo mi favorita, yo creo que son muchas.