Estigmatizados por ser rudos, buscapleitos y andar en manadas, los motociclistas son una subcultura que llegó para quedarse, y bajo sus trajes de cuero negro, nos demuestran que la práctica de andar en moto no ha pasado de moda.
Es tiempo de que desempolves tu moto y aprietes el acelerador, y si eres un amater, te recomendamos que le quites ese horrible claxon que suena a camión de helados y ajustes bien tu casco. Entérate del ADN del buen motociclista.
Apariencia
Es muy diversa la imagen de un motociclista. Existen desde los que parecen príncipes encantadores o modelos de Armani, por su piel excesivamente cuidada gracias a los tratamientos de exfoliación y miles de cremas que se aplican en cara cuerpo y cabello, y los clásicos, con barba tipo papá Noe, bigote prominente y bien dotado, y cargan consigo una buena cuota de peso en sus barriguitas que parecen no tener fin.
El cabello es un punto importante, pues a menudo los motociclistas portan unas enorme melenas que cuelgan de sus cabezas como si fueran lianas, que recuerdan a Pocahontas; aunque los más modernos optan por un corte tipo militar o, en su defecto, se han quedado sin cabello.
Los motociclistas son capaces de soportar el olor de tres días sin un solo baño (oler a hombre es sinónimo de rudeza), así que quienes lo hacen son bien visto en el gremio. Nosotros pensamos que esta regla es prescindible.
El ser delgado y no contar con musculosos bien torneados no está bien visto, pues generalmente estos hombres exhiben un cuerpo similar al del ejercito de Los 300, y aprovechan para tatuarse en su tonificados músculos, algún diseño exclusivo o el nombre de su prometida.
Vestimenta
Los motociclistas no se esmeran mucho en ello y a veces llegan a ser muy neandertales para la moda, aunque últimamente se han modernizado.
Playeras en colores negro y gris son las prendas preferidas de un motociclista, y obviamente nunca incluyen estampados de las bandas One Direction o de los Jonas Brothers. Por lo regular complementan su vestimenta con unas bermudas ligeras, jeans y chalecos o chamarras en cuero, que ocasionalmente portan figuras de calaveras.
Las gafas de sol nunca faltan en su outfi, así como un paliacate para limpiarse el sudor o como mero accesorio; y si son adinerados, unas botas de piel o plástico tipo kevlar para el buen manejo de la moto.
Filosofía
Regularmente son personas tranquilas, y aunque por fuera aparentan ser violentas y de gran rudeza, por dentro son todos unos osos tedy. Callados, excepto con sus amigos, y siempre pensando cómo mejorar el chasis o el motor; son fan de la cerveza y ocasionalmente experimentan estados de expansión cerebral con uno que otro cigarrillo. Lectores no muy asiduos, pero bien adiestrados en las artes de la ingeniería automotriz, dominan toda y cada una de las partes de una motocicleta, y si sus manos no están ocupadas reparando o creando un vehículo, estarán posadas sobre unas cuantas caderas femeninas.
Gustos
Su estilo parte de convivir y compartir experiencias en bares o asados de carne, gustan de visitar talleres mecánicos y vivir en ellos, tener amistades con artistas y tatuadores o ser ellos mismos lo que tatúan, asisten a conciertos de rock y festivales de música independiente, gozan de las carreras clandestinas y de seducir regularmente a camareras, hostess y bar tenders.
Música
Aquí si existe una diferencia abismal entre lo que escuchan unos motociclistas y otros, ya que el rock es el género que más abunda en el gusto de los motociclistas, aunque también encontramos afición por el Heavy Metal, el Black Metal, y todo los géneros que lleven metal. Los máximos exponentes, según los conocedores, son Motley Crue y Judas Priest.