En la NBA, la polémica fuera de la cancha podría ser más entretenida que el juego en sí. Sobre todo si el fuego lo alimentas los drama kings de la NBA.
Por Brady Langmann
En 2010, cuando The Decision se transmitió en ESPN, vimos en vivo en televisión a LeBron James, quizá el más grande atleta de su generación, empapado en sudor a través de una ridícula camisa de algodón a cuadros, en medio de un programa usado por la fundación Boys & Girls Club para recaudar fondos.
Mientras James lentamente se daba cuenta del terrible error que cometió al televisar cómo rechazaba al equipo de su tierra natal, nos dimos cuenta de que nunca podríamos volver a saber de este tipo de noticias en un comunicado de prensa: y es que fue en ese programa, de más de una hora, donde El Rey anunció que dejaría los Cleveland Cavaliers, de su natal Ohio, para irse a Miami Heat.
En los siguientes años, las demás estrellas del baloncesto empezaron a jugar a sus propios guiones, y la NBA se convirtió, así, en la telenovela más adictiva de todas: Kevin Durant haciendo cuentas falsas en Twitter para defenderse de trolls, Joel Embiid descaradamente arremetiendo contra la Liga ( y luego, disculpándose por no haberse dado cuenta de que no estaba usando su cuenta falsa).
Ahora, las operaciones de transferencias se negocian a través de rabietas. ¿Quién podría olvidar el “por un carajo, ustedes me necesitan” de Jimmy Butler? Y, por supuesto, también hay crossovers: pue- des ver a una Kardashian apoyando a un novio, o Drake burlán- dose de los jugadores en la cancha.
El juego en sí mismo -con Los Warriors navegando hacia su tercer campeonato en cuatro años- nunca había sido tan predecible. Y, sin embargo, el baloncesto está a punto de convertirse en el nuevo pasatiempo nacional.
Hay demasiadas razones para ello -el fútbol americano es incómodo de ver, el béisbol es aburrido- pero creemos que, en el fondo, el drama fuera de la cancha es la principal razón. Para los fanáticos de una Liga en donde los golpes son lanzados a través de Instagram, aquí hay una guía para entenderle a los dramas por venir.

Los drama kings de la NBA
El patriarca que envejece: LeBron James
Esta temporada: el GOAT (es decir, el más grande de todos los tiempos), en cuanto a agresividad pasiva se refiere, llevó sus talentos a Los Ángeles, donde está equilibrando su creciente imperio de Hollywood con la crianza de sus compañeros de equipo más jóvenes.
No te sorprendas si LeBron exige que Los Lakers participen como dobles de captura de movimiento para Space Jam 2.
Los amantes de las peleas: Kevin Durant y Draymond Green
Esta temporada: A pesar de tener dos campeonatos juntos, el pandillero futuro “Salón de la Fama” y el bravucón serial parecen estar destinados al divorcio, luego de que las cámaras los capturaron intercambiando gritos en noviembre.
No te sorprendas si Durant abandona Golden State Warriors como agente libre y descubrimos que Stephen Curry es secretamente el mayor idiota del equipo. Imagínatelo: mordiéndose los labios, diciendo que el aterrizaje en la Luna fue falso.
Problemas en el paraíso: Los 76ers de Filadelfia
Esta temporada: Kendall Jenner amenaza con hechizar a su novio, Ben Simmons, con la maldición de las Kardashian. Mientras tanto, la misteriosa lesión de Markelle Fultz en el hombro es el caso más irresoluble desde Tupac.
No te sorprendas si Jenner deja a Simmons por Jimmy Butler después de que éste sea visto gritando afuera de los vestidores: “¡Con un carajo, tú me necesitas!”. Y resulta que Fultz tenía mononucleosis todo este tiempo.
Ilustración: Joe Prytherch
Traducción: Héctor Gutiérrez Trejo
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