Es una situación molesta (y dolorosa), pero también puede ser la oportunidad de volverte un mejor hombre.
RECHAZO 2: Vas por la boca y te ponen la mejilla
TU PRIMERA JUGADA: Ella no puede negarse eternamente, pero respeta que, por el momento, no esté interesada. Sonríe y dile: «¿Es muy pronto?». Y olvídalo, aun si mueres por obtener respuestas. «Con un tema sexual, a veces es mejor relajarse que volverlo una discusión», afirma la doctora Helen Fisher, autora de Why We Love. Así que ¿por qué te lo negó? «Podría ser porque no siente atracción o tal vez solo es tímida», dice Engler. De hecho, agrega Fisher, «es probable que ella busque una relación real y no quiera comenzar demasiado rápido».
TU PLAN A LARGO PLAZO: Mándale un mensaje de texto más adelante preguntándole por qué esquivó tu beso. Si la agarraste desprevenida o no estaba lista, prepara el terreno bien antes de tu segundo intento. «No busques un beso como una evidencia de si te quiere o no», dice Engler. «Espera hasta que hayas creado un poco de tensión». Prepárala incorporando pequeños actos de intimidad física; estírate por encima de la mesa para tomarla de la mano, acaricia la parte baja de su espalda cuando le abras la puerta. Para el momento que digan: «Buenas noches», sus señales revelarán si quiere que la beses.
RECHAZO 3: Tras semanas de salir, dice: «Esto no funciona»
TU PRIMERA JUGADA: ¿Sorprendido? «Tal vez pasaste por alto las señales», dice Justin Sitron, profesor de sexualidad humana en la Universidad Widener. «Tal vez no hubo química en el aspecto físico o quizá encontró a alguien más», comenta Engler. Pero si la química es el problema, toca el tema de manera directa. «Dile: ‘Tal vez no la sientas ahora, pero estamos disfrutando nuestra compañía; salgamos nuevamente, a ver qué resulta'», dice Engler. Otra posibilidad: «Si antes hubo razones para creer que eran tal para cual, tal vez se presionaron por hallar esa química y eso lo arruinó todo. Esta llegará en cuanto ambos comiencen a relajarse».
TU PLAN A LARGO PLAZO: Organiza una cita que busque cubrir sus intereses y que la haga sentir en completo control. Por ejemplo, si está orgullosa de su sazón, proponle una velada en la que ambos puedan preparar un platillo complicado, y lleva el vino. «Ese tipo de cosas son las que una mujer hace cuando realmente le gusta alguien», asegura Engler. Lo que significa que el simple hecho de realizarlas contigo hace que pase inconscientemente de un «no lo sé»a «este sujeto es genial».