Porque estamos de acuerdo en que todos queremos gustar al resto, ¿no?
No sabemos aún en qué reside el factor X, ese factor que hace que alguien tenga un atractivo especial y que guste de forma desinhibida al resto de mortales, incluso cuando físicamente no resalta de entre la multitud. Muchos lo tendrán claro: la actitud, pero más allá del porte y comportamiento humano existen unos patrones que podemos usar en nuestro favor, y que la ciencia ha probado nos hacen más atractivos. Apunta…
¿No sabes cómo comportarte para gustarle? La imitación sigue siendo una estrategia exitosa y válida, según comprobaron en la Universidad de Nueva York allá por el año 1999 a través de la mímica imitativa en las citas.

(Haz que no salga huyendo de la primera cita con este sencillo manual)
Además, parece obvio, pero no. La exposición diaria acostumbra a la persona a la presencia de la otra, por lo que aumenta notablemente las posibilidades de que exista atracción. La familiaridad, tan básica y tan efectiva.
Y no olvides la denominada “transferencia espontánea de rasgos”, que no es otra cosa que el hecho de que te asocien unos determinados adjetivos que tú mismo mencionas o expresas. Es decir, si hablas de forma negativa, la gente creerá que la pesadumbre y la pena van contigo, sin embargo, si lanzas cumplidos a tu date, ésta asociará estas palabras con tu personalidad. Parece fácil, ¿no? El buen humor funciona de la misma y pegajosa forma.
Por otro lado, tener amigos en común transmite seguridad y confianza a la relación, por lo que sería más fácil pasar a un estadio más íntimo. Como confianza transmite la honestidad de reconocer algún que otro defecto: es el fenómeno “efecto Pratfall”. Eso sí, no te pases…

(Ya lo decían las Spice Girls, si la quieres a ella tendrás que ganarte a las amigas…)
Asimismo, el contacto físico limitado pero sensual es más efectivo que un toqueteo, mientras que la actitud también cuenta: las Universidades de Stanford y Arizona descubrieron que debemos de percibir a los demás justo como ellos quieren que lo hagas, es decir, la gente se relaciona con lo que creen que merecen ya que se comparan constantemente. Si es una persona negativa, pero te encanta, quizás debas de dramatizar un poco más…
Por último, contar algo íntimo les hará pensar que son especiales, pero sin pasarte ya que puedes parecer un poco psicópata, como de psicópatas es no dejar hablar al otro interlocutor, fallo garrafal que hará que se sienta menospreciado y pierda el interés.

(Estar presente en su vida está bien, pero sin llegar a ser su perrito…)
Qué complejo es el ser humano y sus relaciones personales, después de todo parece que sólo buscamos algo de atención y cariño.
Crédito de foto: Columbia Pictures / Giphy.