Mira el cielo, consulta el clima y hazlo dos veces, antes de lavar tu auto.
Estamos en primavera ¿cierto?, lo que no entendemos son estas lluvias que han aparecido últimamente y que sin querer nos arruinan un poco nuestro planes. Dado a que aparentemente nos estaremos enfrentando a este engañoso clima, no está de más tomar en cuenta algunas precauciones que nos ayudarán demasiado y evitará que tengamos algún accidente.
Así que toma nota y fíjate bien en estos ocho consejos:
LOS LIMPIAPARABRISAS:
No solemos prestarles atención hasta que no los usamos. Y es entonces cuando nos regalan un chirrido diabólico que, además de ser increíblemente molesto, resulta peligroso. Las escobillas se desgastan, es normal, y pierden poco a poco su capacidad de dispersar el agua que impacta contra el parabrisas de tu coche. ¿Hace cuando que no revisas tus limpiaparabrisas?
TAMBIÉN LOS NEUMÁTICOS:
Hay que garantizar la máxima adherencia al asfalto. Si tus neumáticos no están en perfecto estado, perderán agarre y no desalojarán el agua que deben, así que no está de más echarles un vistazo estos días y no sólo de cara a los grandes viajes de verano o de Navidad.
AUMENTA LA DISTANCIA DE SEGURIDAD:
Porque la capacidad de frenada de tu coche será menor que si el asfalto estuviera seco. Por eso, si quieres evitar darle un besito al coche de delante –o golpes mucho peores, si vas a gran velocidad–, mantén más espacio entre tu coche y que el llevas delante. Y, por supuesto, reduce la velocidad.
CONDUCE CON ‘SWIN’:
Gran consejo. Nada de movimientos ni maniobras bruscas. Acelera con suavidad, frena también suavemente y coge el volante como si fuera de cristal. Procura ser un poco previsor, además, y tener en cuenta lo que van a hacer los coches que te rodean. Ya sabes: en muchas ocasiones, no todo está en tu mano. Presta también mucha atención a los adelantamientos; ante la falta de visibilidad, hazlos únicamente cuando estés seguro de que la maniobra no reviste ningún peligro.
DÉJATE VER:
No sólo con las luces delanteras, sino activando también las luces antiniebla traseras si la tromba de agua es contundente. De esta forma, permitirás que el resto de conductores te sitúen en todo momento.
“SI SÓLO SON DOS GOTAS…»:
Pues casi peor. Las primeras gotas son las más peligrosas, porque mezcladas con el polvo y la gravilla de la carretera, reducen la adherencia de los neumáticos al asfalto. La lluvia persistente limpia el suelo y permite que estos niveles se recuperen; por eso, extrema la precaución desde el primer momento y no te confíes.
EVITA LOS CHARCOS:
Nunca sabes lo que esconden. Quizá sean poco profundos y no revistan peligro, pero tal vez escondan alguna alcantarilla inesperada o sean lo suficientemente contundentes como para hacer que pierdas el control. Es el temido aquaplanning, frente al que tienes que responder con tranquilidad: mantén la dirección recta, no aceleres, reduce la velocidad sin llegar a frenar y tampoco hagas aspavientos hasta que el coche recupere su contacto con la carretera.
EVITA TAMBIÉN LOS DIBUJOS DEL SUELO:
Porque la pintura blanca resbala y también puede hacerte perder el control de tu coche. No digamos si conduces una moto. Con lluvia, sortea los dibujos y también las alcantarillas.
Ten muy en cuenta estos consejos para evitar el peligro y recuerda no enojarte con los demás conductores, todos están en la misma situación.
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Retomado de Esquire ES