Expresiones inconscientes que más que agradar, acaban incomodando a cualquier persona homosexual y que sí, debes de evitar verbalizar.
A todos nos ha pasado: la naturalidad con la que conoces a alguien nuevo se torna incómoda cuando, por alguna razón, en algún momento se hace hincapié en tu orientación sexual. Y ocurre sin que puedas evitarlo: de la charla surgen frases innecesarias que pasas por alto porque sabes que sí, que aunque los derechos gays parezcan instaurados en la sociedad, esta nueva amiga, compañero de trabajo o persona de la que no recordarás su nombre mañana, aún trata con normalidad y cree lícitas ciertas expresiones o preguntas que te molestan y aburren de sobremanera. Reconócelo, te resulta más fácil reír y contestar por decimoquinta vez a susodicha desfachatez que sentar a la persona y explicarle por qué ha de evitar verbalizar semejante tontería y de paso tratarte con la naturalidad que trataría a otra persona heterosexual al conocerla.
(No vayas por ahí, cariño)
Quizás muchos estén perdidos y ni sospechen de qué expresiones hablo. Pues bien, ¿quién no ha escuchado la oración: “¡Wow! Ni se te nota que eres gay, jamás me habría dado cuenta”?. A este clásico debemos añadirle la variante femenina también popularizada y entendida como habitual: “¿De verdad eres lesbiana? Quién lo diría, eres bien femenina e incluso llevas tacones”. Aún no sabemos con exactitud qué lleva a este sujeto a tomarse dicha libertad como para enjuiciar algo tan íntimo en un primer contacto, y lo peor de todo, entenderlo como un halago. Porque sí, no parecer homosexual parece entendido como algo recalcable por demasiadas personas que de mismo modo se echan a la espalda la bandera pro gay. ¿Es acaso positivo no parecerlo?
A estas alturas lo habrás deducido, sí, este trato también es entendido como homófobo. La homofobia no sólo versa de discriminar o repudiar a quienes sienten atracción por su mismo género, sino de tratar de forma desemejante a quienes optan por dicha orientación, incluso cuando la discriminación se torna «positiva».
(«Y… ¿entonces te habría gustado nacer mujer?»)
¿Ejemplos? Mil y uno: “¿Gay? ¡Aw! Tenemos que ir de compras y que me asesores” -sin saber que éste es un trabajo remunerado llamado personal shopper”-, “¿Gay? ¡Te tengo que presentar a un amigo que te encantará!”, esta frase es muy frecuente en chicas que, sin mala intención, deciden tratar a sus amigos gays como pokemons que pueden intercambiar. Además, como si se diera por hecho que necesitamos a alguien para acompañarnos.“Te presento a Rafael, él es guapo, exitoso en el trabajo familiar y además gay”. ¿Es acaso la orientación sexual un titulo universitario o nobiliario? ¿Qué necesidad?
Y es cuando te encuentras en pareja cuando estas oraciones se llevan a un nivel premium y te hacen sentir más incómodo, porque claro, ahora tienes pareja y la complicidad entre tu interlocutor y tú parece poder llegar más lejos. “Entonces… tienes novio, ¿y quién es el hombre en la relación?” Cuestión que se complementa con otras como “¿y quién de los dos paga la cuenta cuando salen a cenar?”. ¿”No te duele?” Ésta última bien podría ser el colmo de la irreverencia y la falta de tacto, pero sin embargo son cuestiones que se siguen tratando con cierta naturalidad. ¿Acaso yo ando preguntando por las prácticas sexuales de alguien a quien acabo de conocer? Seguramente si así lo hiciese sería tachado de promiscuo o de abanderar el libertinaje.
(La naturalidad con la que se debe tratar el tema no sólo se celebra el 25 de junio)
Por último, cómo pasar por alto los tabúes innecesarios que se forman cuando el miembro homosexual de la familia decide presentar a su acompañante de manera oficial, mientras que para más de uno instantáneamente es etiquetado como “el amigo de”. ¿Por qué llamarlo amigo si es pareja? Y es que parece que no, pero el ideario social y vocabulario común aún sigue plagado de estereotipos, y por qué no, vestigios de homofobia que, de alguna forma, siguen patentes en lo que parece una sociedad adaptada en cuanto a la orientación sexual.
Crédito de foto: Getty Images / Giphy