Desde el modelo y la familia de autos a la que pertenece, hasta el color, olor, la limpieza o suciedad del mismo, el coche es un fiel reflejo de tu personalidad y habla sobre ti más de lo que te imaginas.
Limpieza exterior
Si eres una víctima frecuente de los clásicos mensajes escritos en el cofre de tu carro a causa del polvo acumulado, es momento de que les hagas caso y empieces a considerar lavarlo más seguido.
Un coche limpio siempre causará una buena primera impresión, además habla de alguien que se preocupa por su aspecto y que cuida su imagen. Te verán como un conductor y una persona cuidadosa.
Ahora bien, si tu caso es el contrario y eres de esos obsesivos a los que les encanta estar sobando diario la pintura de su auto y revisar cada ranura del mismo con la intención de que siempre esté impecable… detente. Sí es importante que tu coche luzca limpio, pero no debes exagerar. Procura encontrar un punto medio o puedes cruzar la delicada línea hacia la obsesión, recuerda que al final sólo es un coche.
Limpieza interior
Una vez adentro, la situación es diferente. Aquí no hay de dos, si siempre tienes tu coche lleno de basura, tierra, hojas secas, rayones en el tablero… eso es exactamente lo que dirá sobre ti, en pocas palabras que eres alguien desordenado, sucio y descuidado de sí mismo, además de acumulador. Cuida tu coche como si se tratara de ti y evita pasarle un momento desagradable a tus acompañantes.
Color
El color del auto es un factor importante a considerar a la hora de la limpieza, hay colores más sucios que otros. Aún así, si tienes un color “esconde mugres” procura lavarlo al menos una vez al mes.
Por otra parte, el color de tu auto también dice mucho sobre ti. Desde el negro y su elegancia (siempre y cuando lo tengas limpio), el blanco y su sobriedad (siempre y cuando lo tengas limpio), el plateado y su neutralidad (para los que no les gusta lavarlo); hasta un rojo metálico, un azul eléctrico, un anaranjado marca textos o un verde lima, que reflejan deportividad, dinamismo y juventud (siempre y cuando tengas el modelo y la edad adecuados).
Olor
Se vale que de vez en cuando subas a tu perro para llevarlo al parque, que derrames sin querer alguna bebida en el asiento, que olvides cerrar la ventana por completo y la lluvia se cuele por la abertura o que por alguna razón comas adentro del auto. No importa la cantidad de olores a los que expongas tu coche, ¡sólo haz algo al respecto después para que no se quede impregnado!
El olor de tu carro es igual de importante para los que se suben como para ti. No es necesario decir lo que proyectas con un auto apestoso; si te importa poco lo que piensen los demás está bien, pero tampoco es sano para ti. Está comprobado que los olores desagradables alteran el estado de ánimo para bien o para mal y de ti dependerá qué dirección le quieras dar.
Punto medio, no exageres con los aromatizantes. Procura las aromas suaves, no querrás que tu coche huela a baño de centro comercial, que provoque jaquecas o maree a tus pasajeros, sólo que huela bien.
NOTA: Por favor, no fumes adentro del coche, si lo haces será prácticamente imposible eliminar el olor de los asientos.
Modelo
Cada modelo de auto está fabricado con un propósito en particular, un mercado en específico y una función bien delimitada. Crossover , SUV, Van, Pickup, Sedán, Coupé, Compacto… todos están pensados para cumplir con diferentes necesidades y es de acuerdo a eso que la elección de un coche debe hacerse.
No verás nunca a un abogado en una Pickup, ni a un jardinero en un Coupé (al menos no en su horario laboral).
Recuerda que el fin principal de un automóvil es transportar (y en estos tiempos, economizar), de nada sirve tener un monstruo de auto en la ciudad si sólo lo utilizas para salir de fiesta los viernes y únicamente subes a un pasajero en toda la noche, con eso sólo reflejarás que tienes un ego bastante elevado, que adoleces de algo o en su defecto, que te importa poco el incremento del precio de la gasolina.
Ahora bien, si tienes familia y sueles salir de viaje con frecuencia, sabes que una “Mamá-Van” es la solución y las etiquetas sobran. Ya no eres tu prioridad, ahora lo es tu familia.