Siempre lo has pensado, lo sabemos. Y no te equivocabas, aquí los beneficios que has de contarle a ella cuanto antes.
Cuanto más cariño, más roce. Esta ha sido la teoría que ellas han querido negar desde el principio de los tiempos, hasta ahora, cuando diversos estudios han afirmado que sí: tu mejor date siempre será tu mejor amiga.
¿Por qué? Según la web Business Insider, los amoríos que se basaron previamente en una profunda amistad poseen una mejor calidad de relación, más longeva, intensa, con mayor compromiso y con un sexo más gratificante.
Cuidado, esta teoría no convierte a tu actual mejor amiga en la indicada definitiva, sino que te invita a que tu siguiente cita sea el momento idóneo para comprobar si tu conquista encaja con los perfiles ‘mejor amiga’ que tienes en mente.
(Sabes quién es ella porque es la que te hace reír constantemente)
Y todo tiene una razón, es el llamado fenómeno de la ‘auto-expansión’: dícese del deseo de convertirse en una mejor persona, acto en el que generalmente nos inspiramos a raíz de nuestras amistades, los cuales nos ayudan a crecer. Constantemente queremos ser afines a lo que nos rodea: comer igual de sano que nuestros compañeros, leer el mismo tiempo que nuestros amigos y lo más importante, hacer todo esto junto a ellos. Esto construye una relación útil y llena de retos, es por eso que debemos de buscar en ella las características que anhelamos en nuestros mejores cercanos, sin tener tan en cuenta aspectos tan banales como los que hoy en día predominan.
(Aunque este amor ha de ser bilaterial, ya nos lo enseñó Julia Roberts tiempo atrás)
De hecho, en el pasado casi troglodita las relaciones se basaban en dicha utilidad para poder sobrevivir. Y créenos, había una tasa inferior de divorcios.
Parece que la única pregunta que tienes que hacerte la próxima vez que dudes acerca de si es ella o no la elegida será: “¿Eres tú mi mejor amiga?”.
Crédito de foto: Paramount Pictures