Créenos, esto va más allá del mal olor.
¿Quién no ha tenido un domingo taaan relajado que incluso hemos olvidado pasar por la regadera? De acuerdo, no te culparemos por ello, pero un reciente estudio afirma que si llevas esta tendencia muy lejos (en particular, dos días), las consecuencias serían más graves que el simple y obvio mal olor.
Según el medio TwentyTwoWords, el principal problema son las bacterias, ya que, incluso bañándote a diario, mantenemos en nuestra piel aproximadamente 1,000 tipos de estas, incluidos 40 tipos de hongos. Como lo oyes…
Así las cosas, necesitamos estar constantemente luchando en contra de estas, que si alcanzan nuestros ojos, nariz o boca podríamos enfermar fácilmente.
Estas bacterias son las causantes del mal hedor corporal, de hecho, los gases emitidos por dichas bacterias pueden producir más de 30 olores distintos y desagradables en tu organismo, ¿te sigue pareciendo atractivo pasar por alto el baño el domingo?
(Tu pareja cuando entra a tu habitación tras un domingo sin pasar por la tina)
Además, el regaderazo diario previene la acumulación de aceites dañinos en la piel, los cuales tenemos que tener en cuenta si hacemos ejercicio de forma regular (y no queremos apestar como zorrillo). Mantener el sudor adherido a la ropa deportiva por un periodo de tiempo provocará abrasiones, irritación y deterioro del cutis. ¿Resultado? En el mejor de los casos un hongo o la famosa tiña inguinal.
Si no puedes bañarte (bajo ninguna circunstancia), expertos aconsejan cambiarse de ropa varias veces y mantener limpio al menos axilas, ingle y cara.
Por otro lado, pasar demasiado tiempo debajo de la ducha acabará con tus aceites naturales que evitan la sequedad y la piel escamosa. Parece que en el equilibrio está el acierto.
Crédito de foto: Paramount Pictures