Más allá de la creencia, información para el verdadero conocedor.
En tanto destilados, seguro has escuchado la frase de que “el tequila es un mezcal”, o en el lado B, que el “mezcal es un tequila”. Eso es para los espíritus simples, aquí la verdad.
• El mezcal es un destilado hecho de forma artesanal que como materia prima utiliza 30 variedades de agave, maduradas de 7 a 30 años. El tequila es un destilado de agave que se elabora sólo con agave azul.
• Mientras que el mezcal cuenta con denominación de origen en 7 estados —Oaxaca, entre ellos—, el tequila estableció reglas propias para su elaboración, limitándose a una zona geográfica que incluye a Jalisco y ciertas zonas en otros cuatro estados de México.
• La mayoría de los tequilas buscan ser suaves y fáciles de paladear, mientras que el mezcal examina la riqueza de los sabores, con dejos ahumados que produce la cocción de su piña en hornos.
• La mejor forma de beber mezcal es solo y sorbo a sorbo, pero si la gente lo quiere mezclar ha de saber que la naranja y la toronja le vienen justas. El tequila también es de saboreo lento, flanqueado con su limón, sal y sangrita. Si se ingresa al menester del coctel, el tequila blanco es el indicado.
• El espíritu del mezcal y el tequila se realza con la comida mexicana. Una botella de mezcal ronda de los 36 a los 55 grados de alcohol por volumen. Los tequilas comerciales llegan a los 46 grados, pero bajan hasta los 36 para masificarse.