Para la gran mayoría, el sexo es algo que debe hacerse en privado, con la pareja que amas, en la comodidad de tu hogar o incluso de alguna habitación de hotel. En pocas palabras, algo íntimo. Sin embargo, hay otros que piensan todo lo contrario y que incluso lo consideran aburrido. Es así como surgió el dogging.
Una práctica que consiste en asistir a un lugar público, generalmente un parque, donde dos desconocidos acuerdan tener sexo con la condición de no volver a verse. Los lugares siempre son decididos previamente y puede practicarse también en estacionamientos o en el interior de automóviles.
Cuando se lleva a cabo en el coche, las reglas son muy variadas. Si la pareja prende la luz interna y la vuelve a apagar, es para que todos sepan que en ese momento están teniendo sexo. En cambio, si prenden las luces internas y las dejan encendidas, significa que los curiosos pueden acercarse a observar. Si dejan las ventanas medio abiertas, quiere decir que quien guste puede mirar y tocar sin inhibiciones; y si dejan la puerta abierta entonces es una invitación a que se unan al acto.
De dónde surgió el dogging?
El nombre dogging viene del Reino Unido, lugar donde nació el movimiento sexual y donde la gente utilizaba como pretexto pasear a su perro para encontrarse con otras personas en lugares públicos para tener relaciones.
Actualmente está de moda en toda Europa, pero su mayor auge en últimos tiempos se ha dado en España, principalmente en Barcelona y Madrid, donde la edad de los participantes varía desde los 17 hasta los 70 años, sin discriminar por clase socioeconómica ni profesión.
Su éxito en España ha sido tal que ya puedes unirte a la comunidad sexual a través del sitio DoggingSpain.com, que cuenta con más de 500 mil afiliados.
Como único consejo de los ‘doggers’, nombre bajo el que se autodenominan, recomiendan acudir a los encuentros sexuales sin objetos de valor ni identificaciones. Las razones, sobra decirlas.
De entrada puede sonar un poco retorcido pero la realidad es que su práctica ha tenido mucho éxito. Y tú ¿lo probarías?
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