Panquesito, por ejemplo. Créenos, estos apelativos no hacen nada bien a quienes te rodean. Te decimos como no debes de llamar NUNCA a tu novia.
Todos hemos convivido con una de esas parejas que parecen desvivirse el uno por el otro en cada minuto de su día. De hecho, las nuevas tecnologías han hecho que actualmente habiten en nuestro bolsillo y en nuestras cuentas de Instagram, Facebook y la infinidad de plataformas en las que pasamos el día. Son odiosos, estamos de acuerdo, pero quizás tú estés dentro de ese cupo de “tortolitos” y ni siquiera lo sepas. Aquí algunos de los motes con los que nunca debes de referirte en público a tu pareja, amiga o affair.
NOTA RELACIONADA: ¿Tú y tu pareja publican todo en Facebook? Podrían tener un problema.
“Bebé”. Ok, vamos a asentar los cimientos de este apelativo. No, tu pareja no es un bebé, y si lo fuese, tendrías un problema bastante serio que resolver. Evita sus derivados: “bebesito”, “beb” o “bebote” si además de empalagoso no quieres espantar a tu chica.
“Osita”. ¿Has sacado a tu novia del zoológico? Si no es así, lo vemos totalmente innecesario.
“Gordi”. Y pesa 50 kilos, típico. Procura no decir esto en voz alta en un restaurante, o alguien puede darse por aludido.
“Mi cielo”. ¿Cuántos cielos has tenido a lo largo de tu vida? Deja de llamarla así si no quieres que se nuble.
“Tesoro”. ¿La encontraste en una isla desierta? ¿Es ella el anillo único que tienes que arrojar a la Montaña del Destino? Si no es así, de nuevo, evítalo a toda costa.
“Princesa”. Puede quedar bastante raro si nació en un barrio periférico y lo más cerca de una corona que ha estado es la moneda sueca.
“Amorcito”. Nos hemos acostumbrado a este mote, pero detente por un momento y aprecia lo horrible que puede sonar. ¿Te has dado cuenta ya?
“Chapis”. Es el disminutivo de “chaparra”, y el inicio del fin de tu relación.
“Pelusilla”. ¿Qué tiene de romántico esa acumulación visible de fibras textiles y otros materiales que se desgasta y se hace una pelotita? Seguimos sin entenderlo.
“Panquesito”. El colmo de los colmos. Sobredosis de azúcar y cositas bonitas. Bórralo de tu vocabulario antes de que se convierta en un insulto, no tardará.
“Bombón”. La llamas de bola de chocolate confitada con exceso de calorías y azúcares y pareces dormir tranquilo… allá tú.
“Cuchi-cuchi” Descárgate Tinder, aplícalo en cada bienvenida a la chica que conozcas y créenos, si alguna te responde es amor verdadero.
“Pimpollo”. Si atendemos a la RAE encontramos que su significado es “árbol nuevo, especialmente el pino” o “rosa que se encuentra por abrir”. ¿Qué pretendes conseguir tratándola como a una planta?
Crédito de foto: 20th Century Fox