El valle de Parras es un oasis en medio del desierto. Lo ha sido desde la época de la conquista. Precisamente en 1568, un grupo de españoles salieron en busca de oro y encontraron un valle con manantiales de agua y vides silvestres. Con esa variedad de uva americana se realizó el primer vino de América.
Una vinícola histórica
“En 1594, llegó la Compañía de Jesús a establecer la Misión de Santa María de las Parras. Tenían la comanda de la Corona española que por cada mil indígenas a su cargo, en su comunidad, tenían que plantar cien vides. Ellos trajeron la uva europea a Parras”, explica a Esquire Daniel Milmo, dueño y director comercial de Casa Madero.
Los orígenes de lo que hoy es la bodega Casa Madero se remontan a 1597 cuando uno de los pobladores españoles, Don Lorenzo García, se reubicó a ocho kilómetros al norte, donde había otro manantial de agua, y solicitó al rey Felipe II una dotación de tierras para cultivo de vino.
“Desde esa fecha hasta hoy ha continuado la tradición de elaborar vinos. Son 417 años. Posterior a Lorenzo García y sus herederos, la hacienda pasó por diez familias antes de llegar a la familia Madero. Don Evaristo Madero, abuelo del presidente Francisco I. Madero, la adquiere en 1893. “A partir de esa época, la vinícola lleva el nombre comercial de Casa Madero. Soy quinta generación descendiente de Don Evaristo, llevamos 120 años dedicados a la producción de vinos”, dice Milmo.
Muchos piensan en otras regiones como Baja California al escuchar “vino mexicano” pero esta producción en Coahuila ha sido constante a través de siglos. “Casa Madero es la más antigua del continente americano, y ha estado en producción ininterrumpida. Representamos una zona diferente a la mayoría de los vinos”, apunta Milmo.
El cultivo en esta región no es fácil, por sus condiciones climáticas. “Es una región desértica, la precipitación anual es muy poca, 300 ml al año, con una humedad muy baja, alrededor de 20 por ciento en promedio anual. Necesitamos uvas que resistan al calor, por eso estamos constantemente en experimentación con algunas variedades de uva”.
En comparación con otros países, México todavía no es un gran consumidor de vino pero el interés ha ido en aumento. “Aquí son alrededor de 500ml per cápita, y en países como Francia o Italia, son entre 40 a 50 litros. sí, aquí el consumo todavía es bajo pero se siente un gran dinamismo e interés por el vino”.
Taller multisensorial de vinos
Casa Madero ha organizado varios eventos con el fin de transmitir la cultura del vino. Por primera vez lo hace fuera de su sede en Coahuila, con un taller en la Ciudad de México que busca ser algo más que una cata tradicional.
“No necesitas ser un experto para poder probar y disfrutar del vino. Este taller está abierto a todos los interesados en el tema. Queremos involucrarlos en algo que va mas allá de una cata; hacerlos partícipes de cómo el enólogo hace los vinos”, dice Milmo.
Paola Ventura explica que en el taller y cata se apelará a los cinco sentidos. “Es una nueva experiencia donde vas a descubrir los elementos que se pueden encontrar en una copa de vino”. A ojos cerrados se probarán distintos ingredientes para notar aromas, texturas y sabores. Otro de los ejercicios será mezclar en diferentes proporciones variedades de uva para crear tu propio vino y llevarlo a casa. También se darán consejos de compra y de conservación.
El taller lo impartirá el sommelier titular de Casa Madero, Daniel Huerta. Incluye un kit de los seis vinos catados.
Fecha: 23 y 30 de agosto
Sede: Cine Tonalá
Informes: (55) 52644101 o dando clic AQUÍ.
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