Créenos, no sólo las resacas son más fuertes. Tu anatomía no será la misma.
Dicen que los 30 son los nuevos 20, pero eso seguramente te lo afirmará un treintañero que se resigna a aceptar que, de forma inevitable, la flor de su juventud se ha marchitado en parte. Y es que sí, lo sentimos, tu cuerpo cambia –y mucho– en el tercer escalón. ¿Creías que tus fiestas y desvelos no iban a pasar factura? Atento a los desajustes que comprobarás a dicha edad.
La azotea se empieza a despoblar. Es inevitable, si no la has desalojado antes. Es decir, pierdes pelo. La razón científica es que en ese momento tu cuerpo segrega más testosterona, convirtiéndola en DHT, hormona que hará que pierdas tu melena (y esta se mude a tu nariz o tu espalda…).
Además, tu visión no será la misma. Has presumido toda tu juventud de mirada felina y de no necesitar lentes, hasta ahora. No intentes evitar este proceso, porque las dioptrías te aumentarán si no te tratas a tiempo. Concretamente te aumentarán tres dioptrías por década.
(Tu cuerpo llegando a los 30, definido gráficamente)
Y que no cunda el pánico, pero tu memoria se empieza a desgastar en este momento. Comprobado por la ciencia, el hipocampo empieza su proceso de encogimiento. Esta zona cerebral es la que almacena tus recuerdos a corto plazo, por lo que los despistes formarán parte de tu día a día. Pero siempre te quedarán los recuerdos a largo plazo, que se mantienen un par de décadas más. Eso sí, comprobarás como las anécdotas fantasiosas de tus abuelos empiezan a surtir efecto en tus recuerdos.
Asimismo, la gravedad aparecerá en tu vida, y con ella las arrugas. El sol ya afecta de forma descarada en manchas y pérdida de elasticidad, lo que viene siendo el adiós a tu cutis joven y perfecto.
(Tú intentando entender por qué tu cuerpo se comporta así)
Y el peso, de repente se convierte en un tema controvertido en tu dieta, ya que sí, empiezas a ganar grasa acumulada sin apenas darte cuenta, debes culpar por esto a tu metabolismo, el cual ya no es tan rápido ni despierto. Pero si creías que esto era todo, te equivocas, ya que tu capacidad pulmonar y muscular mermarán notablemente –es el momento idóneo para dejar de fumar si lo hacías-.
Por último, y por supuesto no menos importante, las crudas son mucho más insoportables, a causa de que tu hígado se vuelve lento a la hora de desintoxicar el tequila ingerido. Bienvenido a la treintena, pero recuerda, los 30 son los nuevos 20.
Crédito de foto: Warner Bros. Television