Repite con nosotros: ¡Nunca más!
¿Cansado de sentirte avergonzado por cosas que no puedes evitar? No te preocupes, no somos perfectos. Intentar complacer a todo el mundo es algo imposible y que irá en detrimento de tu felicidad. Aquí verás cinco situaciones en las que tendrás que quitarte la máscara de la pena de una vez por todas.
1- Cuando cometes errores mientras aprendes. Todos hemos tenido un profesor estricto que nos ha recordado fallos pasados, ¿tenemos que soportar estas conductas castigadoras? La respuesta es no. Podemos fallar, pero habiendo explicado que aún estamos aprendiendo la otra persona debería de hacer uso de su empatía.
2- Cuando eliges una forma de vida o dieta que son atípicas. Muchas personas no poco tolerantes con otras que deciden hacer de tu menú una decisión personal y saludable. Nunca sientas vergüenza por pertenecer a un sector que decide voluntariamente no pertenecer al menú de la mayoría.
3- Tu pasado. “Puedo dejar que me defina, limite, refine, eclipse o puedo optar por seguir adelante y dejarlo tras de mí”. Sea como fuera tu pasado, nunca te avergüences de él. Solo toma una actitud de aprendizaje y abandera los actos cometidos con anterioridad.
(Que tampoco te dé pena no cargar demasiado peso en el gimnasio)
4- De la suciedad de nuestra casa o coche. Piénsalo, ¿acaso no tienen todos una parte “poco limpia” de sus vidas? Qué importa que en tu caso sea tu coche o tu departamento, nunca te avergüences de ello porque es humano –y fácilmente solucionable-.
5- De ponerte tú primero. No dudes en decir “no” a más de una situación personal o laboral. Los compromisos y las relaciones forzadas por miedo a decepcionar o no saber cortar no llegan a ningún lado. Mira primero por ti, ¿te interesa o te aporta algún aspecto positivo? Si no es así, no sientas vergüenza en decir no.
Crédito de foto: Sony Pictures