Amanece y eres tu papá.
Un día eres ese joven indomable con ánimos de comerse al mundo a puños y de repente despiertas un sábado listo para ir a jugar golf con tus vecinos. ¿Qué pasó? No es otra cosa más que: te has convertido en tu padre.
¿No nos crees? Acéptalo, nosotros te vamos a dar muchos indicadores (tú decides).
1. Bajas el volumen de la música para estacionar el auto. Porque claro, es un gran distractor.
2. Las modas actuales ya te parecen un poco “locas”, pero aún así intentas imitarlas para no quedarte fuera.
3. Tu última «noche loca» fue con vino. En tu casa. Solo.
4. Utilizas mucho la frase: “Cuando estaba más joven…”.
5. Ya no cenas o cenas té. Esos kilos de más no desaparecen solos.
6. Tienes un cajón lleno de medicinas contra la gastritis, dolores musculares…
7. De repente tienes muchas anécdotas que contar. Y retomamos el punto 4, empiezas tus historias con la frase «cuando era joven…».
8. Ya no te comes las pasas (te causan gastritis, colitis y todos esos padecimientos que terminan en «itis»).
9. Bajas el volumen de la TV cuando hay comerciales. O te quejas cuando el volumen en el cine es muy alto. (Reconócelo, sigues viendo el noticiero en tiempos de Netflix).
10. Crees que tus pasos de baile están en su punto (créenos, no lo están).
11. Tus amigos te buscan para salir en la noche pero no respondiste el WhatsApp porque estabas dormido.
12. Tu pareja y tú discuten acerca del amor en «estos tiempos».
13. Ya te dicen “señor”. Quizás éste sea el punto más doloroso.
14. Tener un bebé ya no parece tan lejano. Además, varios de tus amigos ya tienen más de uno.
15. El fin de semana es para alocarse. Con pizza y películas. En el sofá. Todo el día.
16. Cama cómoda y baño caliente son tus requerimientos mínimos en cualquier viaje, nada de aventuras ya.
17. Utilizas calcetas para dormir.
18. Te saltaste una generación de expresiones pero las dices (forzadamente) de todos modos.
19. Prefieres comer en casa porque: “Comes mejor y más barato”.
20. De pronto dos cervezas ya te marean. No hablemos de dos palomas porque…
21. Estacionas el coche lo más lejos posible para evitar portazos.
22. Tu refrigerador dejó de tener cervezas y más cervezas. Ahora tienes una nevera repleta de productos orgánicos y fat free.
23. Lloras a cántaros en las películas románticas, sobre todo en The Notebook. (No conoces películas románticas más modernas).
24 – Te «desvelas» y al día siguiente es humanamente imposible pararte de la cama.
25. En caso de tener resaca, piensas seriamente en ir al hospital.
Crédito de foto: Warner Bros.
Tal vez te interese: Frases de películas que puedes usar en tu cita romántica (y que aseguran éxito)