¿Podrías acabar en la cárcel? Acá las consecuencias en caso de que sucediera esta incómoda (y terrible) situación.
Visualiza esta escena: te encuentras dentro de una galería de arte contemporáneo en la que las obras están esparcidas por todo el lugar. Estás un poco cansado y decides descansar un rato en un banco que está por ahí. Al momento de sentarte, el banco se rompe en dos y ¡oh sorpresa! Se trataba de una pieza de la exposición valuada en miles y miles de dólares. ¿Qué procede? ¿Podrías acabar en la cárcel?
CRACK.
Al respecto, el sitio especializado Artsy, citó un caso muy conocido para aclarar a todas las personas que puedan llegar a encontrarse en esta terrible situación.
En 2014, la escritora Allison Kenney acudió a una galería de arte en Nueva York. Sin embargo, su visita terminó en tragedia cuando por accidente rompió una escultura valuada en 8 mil dólares, al confundirla con un banco.
De inmediato, el personal de la galería le pidieron sus datos para luego permitirle retirarse del establecimiento. Quizá lo primero que pensó Allison fue que al día siguiente iba a recibir una factura prácticamente impagable.
Los museos y galerías están protegidos contra este tipo de casos con un seguro. Los visitantes son considerados dentro de las posibilidades que podrían afectar, dañar o romper una valiosa obra de arte. Es por eso que estos seguros cubren los gastos de reparación o pérdida total por cualquier obra, en caso de que no tenga remedio.
¡Ojo! Cabe mencionar que el caso se revisa minuciosamente, y el causante del daño sólo podrá librarla si se demuestra que en realidad fue un accidente. De no ser así, se determina que el visitante debe cubrir los costos que su acción provocó. Además enfrentará sanciones penales, según indica Artsy.
En este tipo de emergencias, las piezas son puestas en manos de los conservadores-restauradores para que reparen el daño.
Así que ya sabes, mejor quedarse detrás de la línea que delimita tu distancia con un objeto en exhibición.