Aquí te contamos todo lo que debes saber sobre el Sexo Tántrico. Llegar al orgasmo nunca había sido tan espiritual. ¿Te atreves?
El misticismo y la magia de esta práctica sexual está llena de creencias erróneas y realidades que si aún no conoces, deberías de poner en práctica. Todo este fenómeno nació en 1957 con el libro The Dharma Bums, y desde entonces ha captado fieles en medio mundo (el cantante Sting, por ejemplo).
Pero antes de nada, ¿cuál es la base del sexo tántrico? Tantra significa literalmente “algo que se estira”, como una práctica que no tiene por qué tener fin o principio, sino que puede prolongarse, siendo de tradición budista e hinduista en exclusiva. ¿Qué se pretende? Alcanzar la iluminación, mientras que el sexo tántrico no tiene por qué estar relacionado con la definición anterior. Dicha práctica sexual sólo se refiere a un encuentro entre dos personas que expresan espiritualmente su unión, mientras no tiene nada que ver con filosofía o principios sagrados. Es decir, el mito es señalar el “tantra” como una práctica sexual sin más.
Asimismo, otro mito que descartaremos es el de afirma que dichos encuentros proporcionan orgasmos “durante horas” y que se salen de lo común, ya que la misión de dicho sexo es “establecer una conexión consciente con la otra persona antes de llegar al orgasmo”. Es decir, el proceso que lleva al orgasmo es entendido como igual de placentero, para dicha práctica culminar no es la meta, sino el medio para establecer una sincronía.
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Por otro lado, el yoga no tiene por qué estar necesariamente relacionado con dicha práctica, ya que el tántrico se refiere a un estado algo más emocional que físico. La sincronización es fundamental, mientras que el placer aumentará cuando ésta sea más cómplice.
Y si el orgasmo no es la meta, el placer es nulo o casi inexistente. Error, ya que las energías que emanan dicha pareja hacen que a través de la respiración, tacto o contacto visual se creen nuevos hilos placenteros muy distintos a la eyaculación. Descubrirlos puede tomar su tiempo pero será una forma diferente de dar y recibir.
Otra creencia popularizada es que dicho sexo se centra en potenciar la promiscuidad, mientras que la realidad es que trata de conectar a dos personas a través de un estado de conciencia superior en una relación personal fuerte, que por supuesto no podrías tener con un grupo.
Y es que este placer se tergiversó para la cultura popular en el momento que llegó a Occidente, mientras que las formas de llegar y conectar son muchas y diversas, cada uno puede encontrar su “orgasmo personal” a través de la complicidad y deseo en pareja.
Crédito de foto:Cortesía de Artiffical Eye