La sal no solo sirve para condimentar los alimentos, tiene muchos otros usos, conoce tres aquí
Sal como limpiador
Cuando uno de tus amigos derrama vino tinto en tu camisa, es hora de entrar en acción. Quítatela, estírala y cubre la mancha con sal. Espera dos o tres minutos para que la sal tenga la oportunidad de absorber la mancha. Después límpiala con una aspiradora y lava la camisa. Ah, y pídele a tu amigo que reponga la botella de vino (y que sea blanco). ?Fabrizio Cercatore, pizzero y co-propietario de «Hot Italian» en Sacramento y Emeryville, California.
Sal para cocinar
Para cocinar pollo con piel, papas enteras y pescado (la sal los mantiene húmedos). En un platón grande, mezcla 12 claras de huevo hasta que generen espuma y luego mézclalo con un kilo de sal Kosher. Esparce una capa de 1.2 cm con la mezcla de sal en una charola para hornear, agrega la carne y cubre con otra capa de la mezcla. Hornea de la manera regular y déjalo reposar durante cinco minutos. Rompe la cubierta de sal y quita el exceso de sal para servir. ?Chris Jaeckle, chef de «All?Onda» en Nueva York.
Sal como transporte del sabor
Haz tu propio sazonador casero. Escoge una sal de grano grande y tritúrala en un procesador de alimentos con ajo picado, ralladura de cáscara de limón, hierbas picadas o salsa picante. Deja secar la mezcla en una toalla de papel por 12 horas. Almacénala en una bolsa resellable y úsala para sazonar huevos, marinar pollo o cerdo, o hasta para darle el toque final a un buen trozo de carne. ?Marc Forgione, chef ejecutivo de «American Cult» en Atlantic City.