Tomar un par de tazas al día puede disminuir el riesgo de padecer cirrosis en este órgano.
Anótale otro beneficio a tu bebida mañanera favorita: una investigación de la Universidad de Southampton en el Reino Unido encontró que beber café puede proteger tu hígado.
Luego de analizar información de 432,000 personas de 5 estudios diferentes, los investigadores concluyeron que la gente que bebió una taza de café diario fue 22% menos propensa a padecer cirrosis, fibrosis en el hígado que provoca que eventualmente falle, que aquellos que no tomaron nada.
Y mientras más café consumieron, mejor les iba a sus hígados: la gente que bebió dos tazas al día fue 43% menos propensa a la enfermedad, mientras que aquellos que bebieron cuatro tazas, tuvieron 65% menos riesgo de padecerla.
El estudio no distinguió entre café normal y descafeinado. Pero lo más probable es que la cafeína juegue un papel importante, comenta el doctor Oliver Kennedy, autor del estudio.
La cafeína bloquea los receptores de la adenosina en tu cuerpo, los cuales son responsables de activar ciertas células en el hígado que forman tejido fibroso. Si este proceso es obstaculizado, el tejido fibroso (eventualmente, cirrosis) es menos probable que aparezca, indica.
Sin embargo, es posible que haya algo en el café responsable de los beneficios.
Por ejemplo, un componente llamado diterpeno (encontrado en el café normal y el descafeinado) reduce la inflamación en el hígado, disminuyendo el riesgo de padecer cirrosis, comenta el doctor Kennedy.
Así que, si quieres mantener tu hígado a salvo, considera añadir una taza o dos de café a tu rutina diaria, así como mantener un peso saludable y limitar tu consumo de alcohol, sugiere el doctor Kennedy. Apégate a no tomar más de dos copas al día.