Le preguntamos a dos expertos del golfito ¿cuál es la mejor manera de atacar los tres tiros más difíciles del juego?
Cuesta abajo
Hacer un «hoyo en uno» con un tiro en línea recta es casi imposible, ya que la bola adquiere mucha velocidad cuando va de bajada. El truco es que apuntes al muro detrás del agujero y que hagas el tiro ligeramente en diagonal para que la bola rebote atrás y levemente a un lado del hoyo. Si usas la fuerza correcta puedes quedar cerca del agujero o, incluso, hacer un «hoyo en uno».
De subida con dos colinas
Subir ambas colinas con un tiro fuerte es demasiado riesgoso. Mejor, apunta tu primer tiro a uno de los lados de la «calle» superior, de modo que rebote, pierda velocidad y se quede sobre la primera colina. Repite el mismo movimiento para colocar la bola, sin correr riesgos en la segunda colina. Si hay algún obstáculo en la segunda, apunta al muro que está detrás de él. De ese modo, en caso de que el rebote salga mal, el obstáculo va a impedir que la bola se regrese a la primera colina, o peor aún, al Tee de salida.
La «L» diabólica
La mayoría de la gente rebota la bola en el centro o la primera mitad de la diagonal que se encuentra en la esquina. Esto hace que la bola rebote entre los carriles. En lugar de esto debes golpear la bola en la segunda mitad de la diagonal, es decir, la parte que está más al fondo. Tu bola golpeará uno de los costados de la calle y se moverá con dirección al agujero.
Fuentes: Matt McCaslin, tres veces ganador del Torneo Abierto de la Asociación ProMiniGolf en los Estados Unidos (USPMGA) y Tim Tally, golfista de la USPMGA, con ocho años de experiencia.