A Charlie Hunnam no le da miedo resaltar entre los demás. Es precisamente eso lo que lo hace exitoso. Entérate de cómo piensa.
Si vas a pasar tiempo con motociclistas no uses botas de piel, son un cliché… en verdad. Es lo que te delata como un wanna be e hipócrita. Charlie Hunman lo sabe. Por ello, como parte de su outfit para interpretar a su personaje en la serie de FX, Sons of Anarchy, prefiere tenis blancos; es lo que usan los verdaderos «jinetes» para cabalgar su moto.
«Hay personas vestidas con jeans y botas quienes se acercan a felicitarme por el programa y de inmediato me preguntan por qué uso tenis. Los motociclistas no usan eso, dicen», cuenta Hunman. «A lo cual les contesto: claro, seguro tú usas botas de piel cuando andas en moto (porque eres un dentista)«.
Charlie es de esos tipos con los que quieres conversar. Es un británico bien conservado, maneja un cadillac y colecciona Nike Air Max 90 (nada que ver con el tipo rudo). Pero no es motociclista sólo en la TV, sino también pasa tiempo con los de verdad (no los que son dentistas). Usa un collar con una bala de plata en honor a un amigo motociclista que recibió un balazo. Simplemente, está convencido de que pertenece a ese mundo.
Los motociclistas (duros, independientes y leales a su estilo de vida) son la fascinación de Hunman. Cree que son como su padre, un tipo rudo que le gustaba jugar en el lado equivocado de la ley.
Esa es una de las razones por las que aceptó trabajar en Sons of Anarchy y por las que se acercó al papel que actúa. «Ellos no quieren ser gángsters. Simplemente no quieren que les digan lo que tienen qué hacer. No se someten a vivir en un esquema de trabajo de ocho horas diarias. Los entiendo», explica.
Cada hombre tiene una imagen de sí mismo (un ideal, estilo de vida o un lugar donde se siente cómodo). Después de recorrer mucho camino, Hunman encontró el suyo. Para lograrlo, tomó riesgos como dejar su pueblo natal Newcastle, en Inglaterra, e irse a Hollywood; o rechazar un papel protagónico en Forgetting Sarah Marshall, donde interpretaría a un músico egomaniaco ?de hecho el personaje se basó en su personalidad. Aunque película iba a ser una superproducción, él estaba consciente de sus límites: simplemente no es un comediante.
«A eso se le llama poder de resolución y confianza en ti mismo. Si crees que perteneces a un lugar específico (gerente de oficina o en otra escena social), te diriges justo ahí, lo estudias y buscas tu espacio en él», asegura.
Le costó trabajo ganarse la confianza de los motociclistas. «No te acercas a un a un grupo nuevo y tratas de actuar como si fueras parte de él, como cuando asumes la dirección de una empresa. Eso es algo irrespetuoso. Primero, alguien tiene que presentártelos, luego te sientas y esperas el momento indicado para llegar a ellos.»
«Lo importante es saber cómo comportarte», afirma. «Mantente callado hasta que sepas qué sucede y después te abres poco a poco. Tenemos dos oídos y una boca porque se supone que debemos usarlos de acuerdo a esa proporción».
Pon atención a todos los detalles. Esa es la llave para entender lo que pasa a tu alrededor y ganarte a los escépticos. Fue la forma en la que se dio cuenta de los tenis blancos y pudo entablar una conexión. «Actualmente, cuando siento que me desvío, busco pasar más tiempo con ellos», concluye.