Estos consejos te salvarán del sufrimiento provocado por comida demasiado picosa.
La reacción de casi todos al enchilarse con la comida es tomar u vaso con agua. Es una mala decisión.
Aquí el porqué: el chile contiene un compuesto químico llamado capsaicina el cual, al conjugarse con una proteína en tus papilas gustativas son responsables de la sensación de ardor.
Cuando esta unión ocurre, tus neuronas mandan una señal de dolor al cerebro para avisarle que algo picante (y posiblemente peligroso) ha entrado en tu cuerpo, indica Christopher Gulgas, profesor asistente de química en la Universidad de Cincinnati.
Sin embargo, la capsaicina tiene cualidades grasosas que no se disuelven en el agua, explica Gulgas. ?Así que beber uno vaso no la quitará de tu boca?.
¿Qué puedes hacer en lugar de esto?
Masticar cubos de hielo puede ayudarte. El agua del hielo no hará nada, pero el frío entumecerá tu lengua y te quitará algo de dolor al menos, recomienda Gulgas.
El pan es mejor. Absorbe los líquidos en tu boca, lo que ayudará a retirar las moléculas de capsaicina de los receptores en tus papilas gustativas.
Sin embargo, tu mejor opción por mucho son los lácteos, asegura Gulgas.
La caseína, una proteína contenida en los lácteos, se enlaza a la capsaicina y saca los componentes que te provocan el ardor fuera de tu boca, empujándolos a través de tu sistema digestivo, ayudando a que tu boca vuelva a la normalidad.
El efecto se intensifica con los lácteos enteros, como la leche, yogurth y el helado. Esto es debido a que la capsaicina puede enlazarse también a la grasa, así que los lácteos enteros lavarán tu boca aún más rápido, concluye Gulgas.
¿Alitas extra picosas y helado? ¡No se hable más!