¿Constantemente te salen ampollas, incluso con tus tenis viejitos? La culpa podría estar en las agujetas y no en tu pisada, ni del diseño de los tenis.
¿Por qué salen ampollas? Las ampollas se producen cuando las células de la piel son dañadas y separadas, debido a la fricción con algún objeto, como tus zapatos o tenis, tallándose contra ellas.
Siempre que salgas a correr o a caminar cubre las áreas propensas a desarrollar ampollas con pedazos de dos centímetros de cinta micropore.
Pero, la culpa podría no ser de tu pisada, ni del diseño de los tenis: fíjate en las agujetas. Aquí te presentamos tres formas de atarlas que te evitarán el problema del porqué salen ampollas.
Pies estrechos
Si tu pie se desliza dentro del zapato, esto puede resultar en fricción adicional, especialmente en el talón, lo cual puede causar ampollas. Esta técnica aprieta el zapato más de lo usual, garantizando que abrace mejor tu pie.

Pies anchos
Si, por otro lado, si tu calzado está demasiado ajustado en la parte media, corres el riesgo de tener ampollas en el arco. Este método aligera el ajuste en todo el pie, especialmente al centro y te brinda más espacio. Esto es útil para corredores con arco pronunciado.

Hormigueo en los dedos
Si experimentas esta sensación o desarrollas ampollas en la parte frontal del pie, ignora los primeros ojales del calzado. Con esto crearás más espacio sin afectar el
ajuste. Esto promoverá la circulación a tus dedos y alivia- rá la presión.
Si te salen ampollas, ¡déjalas en paz!
La extraña atracción/repulsión que viene con una ampolla puede que te tenga picándola, rascándola y apretándola.
Resiste la tentación o tardará más en curarse.
«La regla de la vieja escuela era que tenías que reventar la ampolla, pero esto puede provocar una infección», indica el doctor Larry Goldfarb, fundador del Centro Médico y de Bienestar de Nueva Jersey.
Para evitar una infección, el doctor Goldfarb recomienda mantener el área tan limpia y seca como sea posible, y no tocar la ampolla.
MANTÉN LA AMPOLLA LIMPIA
Además de lavar con cuidado la ampolla con agua tibia y jabón, el doctor Goldfarb recomienda cambiar tus calcetines varias veces durante el día.
En la noche, aplicar ungüento o crema antibacterial en el área, y cubrir la ampolla con un curita.
AGREGA UNA SEGUNDA PIEL
Necesitas una barrera para permitirle sanar a la ampolla, comenta Scott Weiss, terapeuta físico y fisiólogo del ejercicio.
Prueba con una segunda piel: «usa un producto como 2nd Skin o Compeed», señala. Estos pequeños y transparentes vendajes, mantienen la ampolla protegida y si se revienta absorben el fluido, manteniendo cualquier infección controlada.
«Luego de hacer ejercicio, remueve el vendaje, lava la piel alrededor de la ampolla y sécala. Luego vuelve a colocar el vendaje o pon uno nuevo».
MANTÉN LA AMPOLLA LUBRICADA
Las ampollas ocurren debido a la fricción, explica Weiss: «las capas de piel se separan, y luego se llenan de fluido a manera de protección».
Para minimizar la fricción, Weiss recomienda lubricar el área con aceite de coco antes de comenzar una caminata.
«Limpia el área con un jabón suave. Si mantienes la ampolla limpia y protegida, se irá en unos siete o diez días».
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