Para conseguir una limpieza eficiente, no puedes usar cualquier antibacterial. Te decimos cómo optimizar el tuyo.
No todos los baños cuentan con jabón antibacterial; por eso debes estar preparado. Cuando se usan de la forma apropiada, los antisépticos para manos te pueden librar de enfermedades causadas por bacterias y virus (incluso de influenza). Sigue estos consejos para encontrar el más potente y utilízalo todo el tiempo.
Verifica el contenido de alcohol en el gel
Asegúrate de comprar uno que tenga por lo menos 60% de este. El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos advierte que si tiene menos cantidad, no será tan eficiente. Tampoco si es más. Un estudio reciente del American Journal of Infection Control (AJIC) determinó que los antibacteriales con 95% de alcohol no funcionan bien debido a que no cuentan con la humedad suficiente.
Busca un humectante
El alcohol puede deshidratar tu piel. El uso excesivo de antiséptico puede causar incomodidad, aspereza y sequedad en las manos. Si eres propenso a este tipo de manifestaciones, busca una botella de antibacterial mezclado con humectante. El aloe vera es uno de los aditivos más comunes; según el AJIC, humecta las manos y se ha demostrado que combate mejor ?los microbios.
Mójate las manos
Si puedes secarte el antibacterial al frotarte las manos en menos de 15 segundos, quiere decir que no usaste lo suficiente. Según un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, en Estados Unidos, una porción del tamaño de una moneda grande (siete gramos) mata más gérmenes que una de tres. Esta cantidad te tomará más de 30 segundos para secarla frotándola sobre la piel.
Utiliza toallas y gel
La creencia popular es que el gel es mejor que las toallas antisépticas, pero puede que no sea el caso. Según un estudio reciente, publicado en AJIC, si ambas contienen la misma cantidad de alcohol, las primeras matarán 50% más gérmenes que el gel. Usa este último cuando salgas a la calle, pero mantén una caja de toallas en la oficina.
Tip: Tus cosas de oficina están sucias
«Limpia frecuentemente con toallas antisépticas y así no tendrás que desinfectarte las manos cada que toques algo», dice Charles Gerba, autor de un estudio de la Universidad de Arizona, Estados Unidos.