Sí, puedes comer pollo frito, sólo tienes que prepararlo tú mismo. Lo mejor es que controlas la calidad de lo que comes.
Necesitarás
4 pechugas de pollo deshuesadas, sin pellejo y aplanadas hasta conseguir un grosor de 8 mm
1 taza de harina
1 cda. de aceite de oliva
55 g de jamón prosciutto, rebanado de forma fina
225 g de champiñones cremini (sin tallo), rebanados
3/4 de vino marsala
3/4 de taza de caldo de pollo bajo en sodio
1/4 de taza de perjil fresco picado
Sal y pimienta al gusto
Cómo prepararlo
1 Condimenta cada pechuga con una pizca de sal y pimienta. Coloca la harina en un tazón vacío y echa el pollo para dejarles una capa uniforme, sin migajas o grumos.
2 Calienta el aceite de oliva a fuego medio en una sartén antiadherente grande o de acero fundido. Coloca el pollo (no retaques la sartén; mejor cocina dos veces si es necesario) y cocina de tres a cuatro minutos cada lado hasta que las pechugas adquieran un color café dorado en la parte exterior y el interior se cocine por completo. Sirve en un plato y mantenlas calientes.
3 Agrega más aceite a la sartén y sofríe el prosciutto dos o tres minutos hasta que se ponga crujiente. Añade los champiñones y sofríe hasta que queden de color café.
4 Mezcla el marsala con el caldo y raspa cualquier pedazo que se quede pegado a la sartén. Cocina hasta que la salsa se reduzca como a la mitad de una taza. Condimenta con sal y pimienta y agrega el perejil. Vierte la salsa sobre el pollo.
Por porción: 401 calorías, 38 gramos de proteína, 10 gramos de grasa, 510 miligramos de sodio
Tips
* Hay dos trucos para caramelizar los champiñones: no satures la sartén y no los condimentes hasta que estén de color café.
* No hay necesidad de aderezar el prosciutto. Sabe mejor si no se cambia su sabor. Está bien comprar el común y corriente, el cual es más barato.
* Para hacer chuletas de pollo, coloca cada pechuga en una tabla para cortar, cúbrela con envoltura de plástico y golpéala con un mazo para ablandar carne o con una sartén pesada.
Escoge tus hongos
En la receta se piden creminis, «pero puedes usar los que más se te antojen», afirma el chef Damon Wise, del restaurante Craft.
Shiitake En rebanadas finas y asado en mantequilla, puedes darle un sabor ahumado, como de tocino. A la parrilla saben deliciosos.
Portobello Estos grandes creminis saben muy bien cuando se sofríen, marinan o se hornean. Son firmes, por lo que tendrás que asarlos con carne en una sartén (primero quítales las branquias).
Champiñón ostra El nombre está ahí por algo: cuando les pones sal saben a ostras. «También se pueden sofreír bien. La caramelización es deliciosa», dice Wise.