Muchas veces el mayor peso que levantamos es nuestro desánimo. No decaigas, mantén encendido tu entrenamiento.
Mente y cuerpo se encuentran estrechamente relacionados. Por este motivo, es importante encontrar un equilibrio que nos ayude a no perder el ánimo antes, durante, y mucho tiempo después de asistir al gimnasio. Los estímulos previos al entrenamiento serán los que determinen el desarrollo de la rutina; por ello, es sustancial mantener una actitud entusiasta y optimista. Estos son algunos consejos que te ayudarán a mantener el ánimo de manera constante a la hora de realizar tus ejercicios:
Olvídate de los problemas
El ejercicio debe ser una vía de escape a lo cotidiano, para lo cual es necesario que veas en el gimnasio un momento para no pensar en nada más que en tu entrenamiento.
Mira el lado positivo
Procura que tus rutinas sean relajadas y divertidas; en lugar de verlas como un suplicio o sufrimiento.
Entrena al son que te toquen
Científicamente se ha comprobado que la música es una manera óptima de incrementar el ánimo, para ello, elige melodías rítmicas que te mantengan activo por más tiempo.
No mires el reloj
Planifica el tiempo de tu rutina, pues ejercitarte bajo presión sólo contribuirá a obtener resultados poco satisfactorios.
Evita asistir al gimnasio cansado
Si te encuentras agotado, mejor descansa. El cansancio se puede convertir en aburrimiento y éste, a su vez, en fastidio. Así que no te rindas, y recuerda que una sonrisa es capaz de aliviarlo todo. ¡Ánimo!