Si te enfocas en los pequeños pero importantes movimientos y en la alineación de tu cuerpo, ahorrarás energía y evitarás lesiones.
Correr rápido es bueno. Hacerlo de forma inteligente es mejor. Si te enfocas en los pequeños pero importantes movimientos y en la alineación de tu cuerpo, ahorrarás energía, evitarás lesiones y te prepararás para la competencia.
Pies
Las lesiones de los corredores pueden empeorar como consecuencia del golpeteo de sus pies en el pavimento. «Este movimiento actúa como si frenaras en cada paso, lo que genera estrés en tus articulaciones», explica Rick Fishell, entrenador de corredores en el Athletes» Performance Carson de California. Para prevenirlo, cada que des un paso levanta los pulgares de tus pies en dirección a tu espinilla a fin de que cuando vuelvan a tocar el piso sea sobre la parte del nacimiento de los dedos de tus pies.
Caderas
La zancada correcta es más corta de lo que te imaginas. Tus pies deben aterrizar justo debajo de tu cadera, asegura Fishell. «Cualquiera que sea más larga significará una fuerza destructiva para tu pelvis.» Unos glúteos fuertes llevarán tus piernas a dar el paso justo debajo de la cadera mientras tus pies tocan el piso, lo que te permitirá avanzar de una forma fuerte y segura.
Abdomen
Contraer tu abdomen te ayudará a mantenerte en buena forma (pecho en alto y hombros alineados), «pero no lo flexiones de forma consciente mientras corres», dice Fishell. Es mejor que actives tu core a través de un calentamiento dinámico (haz sentadillas con brinco, por ejemplo) antes de correr.
Hombros
Mantén tus hombros traseros y frontales erguidos. Mueve tus brazos desde tus hombros para ahorrar energía. Cuando los llevas de atrás hacia adelante de forma incorrecta mientras corres elevas el riesgo de alterar su balance y sufrir una lesión.
Manos
Deberán estar ligeramente cerradas, como si sostuvieras una copa. Si haces un puño tu antebrazo se mantendrá bajo tensión e impedirá el movimiento natural de tu hombro. Nunca cargues tu iPod o una botella con agua en tu mano mientras corres porque puede provocar que tu torso gire de forma incorrecta en vez de mantenerse derecho y rígido.
Tobillos
Gíralos unos 90 grados y empújalos hacia tu cuerpo. Si cuando corres tus tobillos giran hacia fuera, la acción del braceo será menos eficiente y la parte de arriba de tu cuerpo ejecutará movimientos que podrán lastimarlo.
Mejora tu desempeño: Trabaja tus pies
«Correr descalzo te enseña como encarar al suelo de forma más natural y le aportará mayor fortaleza a tu cuerpo», dice Rick Fishell. Empieza por hacerlo una vez a la semana en una superficie suave como el pasto o la arena, alterna carrera con caminata en intervalos de un minutos durante media hora. Después aumenta los intervalos a 3 minutos durante el mismo lapso.