Guarda ese chiste sucio para el bar. Hablar de sexo en el trabajo afecta el entusiasmo y el ánimo de los empleados.
Hablar de sexo en el trabajo afecta el entusiasmo y el ánimo de los empleados, incluso para quienes aseguran disfrutar esas bromas, advierten investigadores canadienses. Encuestaron a más de 1,200 mujeres y hombres acerca de los comportamientos sexuales en el área de trabajo, desde bromas hasta insinuaciones o contacto físico, y preguntaron acerca de sus estados psicológicos y actitudes hacia el desempeño laboral. Cuando los empleados más expuestos estuvieron a comportamientos sexuales, menos valorados se sentían en el trabajo y más bajo era su bienestar psicológico, explica el doctor Karl Aquino, autor del estudio. «A pesar de las reacciones abiertas, las personas pueden albergar sentimientos negativos sobre bromas sexuales, y eso puede afectar el estado de ánimo», dice.