Cierra el zipper de tu boca o terminarás mordiéndote, en casa y en el trabajo. Así es como evitas el chisme.
La culpa es contagiosa
Culpar a alguien en público inspira a los demás a señalar, de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of Experimental Social Psychology. Detén la cadena antes de que te salga el tiro por la culata. Si lo haces, también propón maneras de solucionar o aprender del error, añade Nathaniel Fast, autor del estudio.
Escucha correctamente
¿Listo para destrozar a otro hombre? Díselo a una mujer. La gente se interesa más en los chismes de personas de su mismo sexo, revela un estudio del Knox College, en Estados Unidos. Existe menor probabilidad de que una chica comunique a otros lo que has dicho.
El egoísmo es evidente
Criticar a la gente que te cae mal puede ser contraproducente. Los grupos prefieren el chisme que es relevante para todos, como el desempeño del jefe, de acuerdo a un estudio de la revista Human Nature. Pero si lo haces por razones egoístas, el resto pensará que eres débil y lastimero.
Ama a los que te rodean
¿Tu jefe habla mal de ti? Tal vez no, así que no te preocupes. La gente tiende a chismear sólo sobre los que están cerca de su propio estatus, de acuerdo con un estudio de 2009 publicado en Culture and Organization.
Entre mayor jerarquía tenga el objetivo, la gente usará más sarcasmo para criticarlo. Es más sencillo esconderse tras esas estrategias que usar charla directa, dice Hallett. Cuidado: si chismeas sobre tu jefe, te meterás en problemas.
Deja al subordinado. Su menor jerarquía hará más probable que la gente se base en tus comentarios para juzgarlo, según un estudio de Culture and Organization.
Curso normal de la junta
Si las juntas se transforman en campos de chismes, pide a alguien que lleve minutas. Al incrementar el lado formal de la situación, podrás controlar las probabilidades de chisme, explica Hallett.