Después de leer esta información sabrás que a veces el sobrepeso es sólo una cuestión de pereza. La culpa no es de tus padres.
Un estudio británico descubrió que, aunque genéticamente eres susceptible a la obesidad, el ejercicio regular reducirá el riesgo 40 por ciento. De hecho, las personas con propensión genética a la obesidad se benefician del incremento de actividad física, incluso más que las personas con bajo peligro, aseguran los investigadores.