Una copa de vino antes de cenar no es tan inofensiva como parece, pues no sólo te marea, también puedes engordar.
Una pequeña porción de alcohol es capaz de sabotear tus deseos por bajar de peso, según revela un nuevo estudio británico. Durante el experimento, las personas que bebieron una combinación de alcohol con jugo 30 minutos antes de comer, ingirieron 15 por ciento más en comparación con quienes sólo tomaron jugo. Una de las hipótesis señala que el alcohol aumenta tu hambre y hace más apetitosa la comida, por lo que devoras más.