Consumir una cantidad moderada de sal sería más saludable que ingerir muy poco o demasiado sodio, aseguran investigadores.
Consumir una cantidad moderada de sal sería más saludable que ingerir muy poco o demasiado sodio, informaron investigadores en un estudio que seguramente volverá a encender el debate sobre los efectos cardíacos de la sal en la dieta.
Los médicos por años han advertido que la ingesta elevada de sal incrementa el riesgo de presión arterial alta y otros problemas cardíacos, aunque estudios recientes han comenzado a cuestionar esa teoría.
Si bien se sabe que reducir el consumo de sal disminuye la presión, la investigación aún debe demostrar si eso se traduce en una salud cardíaca general mejor en la población. Una amplia revisión de estudios publicada este mes sugirió que reducir el consumo de sal no mejoraría la salud de la población general.
En la última zaga del debate, expertos de la McMaster University en Canadá hallaron que las personas que consumían una cantidad moderada de sal tenían menor riesgo de desarrollar problemas cardíacos, mientras que quienes tenían dietas con alto contenido de sal presentaban más riesgo de ACV, ataque cardíaco y otros eventos cardiovasculares.
Los participantes del estudio que ingerían dietas con bajo contenido de sal corrían más riesgo de muerte por cardiopatía y de hospitalización por insuficiencia cardíaca, informó el equipo en Journal of the American Medical Association.
«Nuestros resultados destacan la importancia de reducir la ingesta de sal en aquellos que consumen dietas muy elevadas en sal y la necesidad de disminuir el contenido de sodio en los alimentos manufacturados que tienen mucha sal», dijo el doctor Salim Yusuf, de McMaster, que ayudó a dirigir el estudio.
«No obstante, para aquellos con ingesta moderada (o promedio), aún es un interrogante abierto si una mayor reducción de sal en la dieta será beneficiosa«, añadió.
Según los investigadores, la mejor forma de establecer eso sería con ensayos clínicos amplios.
Una cucharadita de sal
Para el estudio, el equipo evaluó los niveles de sodio y potasio hallados en una muestra matutina de orina tomada de casi 30.000 personas en dos ensayos clínicos.
Luego de unos cuatro años, cerca del 16 por ciento de los participantes tuvo algún tipo de episodio cardíaco. Los autores luego observaron la correlación entre el consumo de sal y el riesgo de problemas en el corazón.
Como sucedió en estudios previos, la ingesta elevada de sal -entre 7 y 8 gramos de sodio diarios- fue dañina para la salud cardíaca. Pero un consumo bajo de sal -menos de 3 gramos por día- también implicó mayor riesgo de muerte por problemas en el corazón y hospitalización por insuficiencia cardíaca.
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