Es muy sencillo devorar una enorme bolsa de palomitas con mantequilla en la oscuridad del cine. ¿Te atreves a resistirte?
Lo cierto es que, cuando prestas atención a lo que comes, es más fácil controlar la cantidad que ingieres. Un estudio realizado en Alemania reveló que, a quienes se les sirvieron porciones enormes de alimentos en la oscuridad, consumieron 36 por ciento más. Pero cuando los mismos participantes comieron en mesas bien iluminadas, la ingestión se redujo hasta 20 por ciento. «En la oscuridad recibimos menos información acerca de la cantidad que metemos en nuestra boca», asegura el autor del trabajo Benjamin Scheibehene. Así que, cuando veas la TV, pon más atención a la comida y no a la pantalla.