Brooklyn Decker te dice cómo hacerlo. Si te vuelves irresisitible, podrás acercarte a mujeres como ella. Sigue leyendo…
Malas noticias: «Ellas no necesitan a los hombres», asegura la rubia que el año pasado adornó la portada de la tradicional edición de trajes de baño de Sports Illustrated. Pero también hay buenas nuevas: «Más bien, las mujeres están con ellos por decisión propia». Y, aunque lamentablemente Brooklyn ya eligió estar con alguien (el tenista profesional Andy Roddick), te dice lo que no debes hacer si es que deseas obtener de tu prospecto un sí.
Sin ensayos
Si obtuviste su teléfono, no le des vueltas a lo que le tienes que decir cuando llames. «A las mujeres les gusta ver el lado vulnerable de los hombres, y ser espontáneo a la hora de llamarla es una buena forma de mostrar esa fragilidad». Considera que, si lo haces así, estarán en igualdad de circunstancias. Además, si adoptas una actitud de que lo tienes todo controlado y que nada te perturba, parecerá que no te hace ningún efecto, cosa que ella no quiere en lo absoluto.
Evita el ataque en solitario
«Si un hombre solo se acerca a una mujer en un bar, ella puede suponer que será un momento incómodo: ya sea porque, de pronto, se les acabará el tema de conversación o porque él se pondrá muy insistente en sacar algo rápido». Así que lo ideal es que organices una ofensiva con uno o dos amigos (siempre y cuando se trate de un grupo con igual o parecido número de chicas). De esta forma, la tensión es menor y el éxito será más probable. «Además, una mujer puede saber mucho sobre un hombre a partir de los amigos que éste tiene».
¡Despierta!
«La gente suele caer en la rutina cuando está en una relación», dice Brooklyn. Y, si la cosa se pone aburrida, puede que decidan cambiarte por algo más divertido. Así que sácala de la monotonía… y de la ciudad: llévatela a acampar o simplemente de día de campo. «La actividad física de una excursión los hará crear lazos más fuertes. Las parejas que se divierten juntos, permanecen juntos».