La comida ingerida antes de ir al gimnasio podría marcar la diferencia en la transformación de tu cuerpo.
Si bebes un licuado proteico antes y durante el entrenamiento con pesas, aceleras la quema de grasa, según investigadores de la Universidad de Syracuse, en Estados Unidos. Quienes al día siguiente ingirieron una combinación de aminoácidos y carbohidratos tuvieron ritmos metabólicos más elevados, comparados con quienes solo ingirieron carbohidratos. La proteína extra puede ayudar a disminuir el cortisol (hormona del estrés) y acelerar tu metabolismo después del ejercicio, explica Kyle Hackney, autor del estudio. «Consumir un licuado rico en proteínas durante el entrenamiento de resistencia puede acelerar la pérdida de grasa y ayudar al desarrollo muscular.»