El tricampeón de la Fórmula 1 te revela todos sus secretos para ser siempre el primero en la pista. Sigue su ejemplo y ¡supéralo!
?Espero que estas fotos queden perfectas?, dice el actual monarca de la máxima categoría del automovilismo, quien luce el torso descubierto y una cara solemne. Hace una pausa. Nos ponemos en pausa también. Sonríe. ?Lo digo porque estoy soltero y necesito algunas nuevas fotos para Tinder?.
Lewis Hamilton llega a un hotel de Londres después de volar desde España ?para salvar su relación con Nicole Scherzinger?, según publicó por la mañana el diario Mail Online sobre el viaje del actual campeón a Inglaterra. ¡Nada más falso! Se trasladó a esa ciudad para hacer algo más sorprendente: acudir a una sesión de fotos para la portada de esta edición de Men?s Health.
Pareciera que los pilotos de Fórmula 1 son solo cabeza, cuello y manos. Solo vemos esas partes de su anatomía medio enfunda- dos en sus overoles y sin casco durante las conferencias de prensa tras una carrera o, bien, portando trajes hechos a la medida en ceremonias de entrega de premios. El resto de sus cuerpos permanecen ocultos dentro de los autos.?El legendario piloto inglés James Hunt, en su último esplendor en la década de los setenta, no tenía problema alguno con mostrar su torso desnudo ante la lente de la cámara. No le incomodaba ser fotografiado con un trago o un cigarro (o ambos) en la mano, o en compañía de modelos de dudosa reputación. Pero los tiempos han cambiado y hoy los campeones del automovilismo están más conscientes de su imagen y de su salud.
SU CRUZ AL DESCUBIERTO
Después de la sesión, Lewis Hamilton se sienta frente a su almuerzo: una pechuga de pollo con salsa de tomate, verduras, un vaso de agua y la grabadora de Men?s Health. ?Bueno, esto sin duda, ha sido una nueva experiencia?, dice mientras toma el cuchillo y el tenedor, listo para comer. (En ningún momento Hamilton habla con la boca llena. Sus modales son impecables.)
?Me gustaría ver cómo han quedado esas fotos. Estoy seguro que se verán bien.? Mientras menciona esas palabras, inclina la cabeza y dice ?gracias? casi imperceptiblemente, persignándose al comienzo y al final de la comida. Y continúa: ?Sí, una cosa es posar para fotografías y, otra, posar semidesnudo?. Al quitarse la camisa, revela mucho más sobre sí mismo y de lo bien que ha ido su entrenamiento. ?Me encantan mis tatuajes?, añade Hamilton. ?Cada uno de ellos tiene un significado. Soy muy fuerte en mi fe, por eso quería tener algunas imágenes religiosas en mi cuerpo. En mi hombro, llevo una imagen de la Pietà (?La Piedad?) de Miguel Ángel: María cargando a Jesús después que descendió de la cruz. También un Sagrado Corazón en mi brazo. Tengo notas musicales porque me encanta la música. Y la brújula en el pecho está ahí porque la religión es mi brújula?.
Continúa deslizando su mano sobre sus brazos, pecho, la espalda y los hombros mostrando los grabados en la piel: ?La familia es todo para mí, entonces tengo la palabra ?familia? escrita en la parte superior, a través de mis hombros. Y la palabra ?Fe?, obviamente. Y tengo también escrito ?Fuerza más allá de lo medible? en mi pecho ( es una frase de la escritora Marianne Williamson). En mi espalda tengo una cruz y, debajo de ella, unas alas de ángel que significan que, sin importar las pruebas que la vida te ponga, debes elevarte por encima de las circunstancias?, señala.
Su franqueza podría parecer sorprendente; sin embargo, Hamilton justamente ha crecido desafiando las expectativas. Por ejemplo, luego de empezar a competir en un go-kart usado en su pueblo de Stevenage, cerca de Londres, ahora es dos veces campeón de Fórmula 1 (y contando). La paradoja lo rodea: es un hombre de fe, pero domina un deporte basado en la ciencia que no deja nada al azar.
LA FÓRMULA GANADORA
?La Fórmula 1 es peligrosa?, asegura. Muchas personas han muerto en este deporte. El año pasado ocurrió un grave accidente donde el piloto Jules Bianchi permaneció meses inconsciente en el hospital y después falleció. Fue en octubre de 2014 durante el Gran Premio de Japón. ?Por ello me aferro a mi fe. He venido de la nada. Me siento realmente bendecido por hacer lo que hago. Pienso que hay una razón por la que estoy aquí?.
Lewis es también uno de los deportistas británicos más ricos, valorado en 68 millones de libras, según un reporte del año pasado. Con las predicciones de los analistas de la industria deportiva, él podría ser uno de los ingleses con mayores ganancias monetaras, dejando a un lado de la lista a rivales como Gareth Bale (futbolista), Rory McIlroy (golfista) y Andy Murray (tenista), y haciendo que los millones de David Beckham se vean modestos.
Su marca en Fórmula 1, como la de todos los demás pilotos actuales, pareciera quedarse en el asiento trasero si la comparamos con los cuatro campeonatos consecutivos que logró Sebastian Vettel para Red Bull, entre 2010 y 2013. Sin embargo, al cierre de esta edición, la victoria de Hamilton en Monza lo puso bajo los reflectores: el quinto lugar de la lista de victorias en Grandes Premios de todos los tiempos, con 40; si las cosas para él siguen como en 2014, podría ser el tercero en la lista con más victorias, únicamente detrás de Alain Prost (51) y Michael Schumacher (91).?Ha ganado la pole position (salir en la punta) en el 25 por ciento de sus carreras en Fórmula 1, solo otros cinco pilo?tos pueden vencerlo; Hamilton es único piloto de la F1 que ha ganado una carrera en cada una de sus primeras ocho temporadas y él es la única persona en subir al podio en sus primeras nueve carreras du- rante su temporada como novato. Así, sus reconocimientos superan, por mucho, el número de tatuajes de su cuerpo. En ene- ro de 2015 superó otra meta: los 30 años. ?No me sentí muy bien acercándome a esa edad, especialmente las horas previas antes, pensando: ?son los últimos momentos de mis 20s?. Pero, desde que los cumplí, no siento diferencia alguna. No me siento más viejo; al contrario, creo que me encuentro en mi mejor forma física, mejor que hace una década?, comenta.
?Bueno, soy un atleta, pero la gente tiende a no ver eso con los pilotos de F1. Entreno a un nivel muy intenso porque la Fórmula 1 requiere que tu cuerpo resista las fuerzas G?. Su frecuencia cardíaca es de 150 o 160 durante toda una carrera. En una vuelta de clasificación, el ritmo cardíaco llega hasta 180 o 190, bajo condiciones extremas.
?Cada año tienes que estar lo más delgado posible. Hay un determinado límite de peso que se relaciona directamente con el peso de tu vehículo. El año pasado tuve que perder seis kilos, pasé de 73 a 67 kilos. Fue muy duro?, dice. ?Así que entrené mucho?. Sin embargo, él ha descubierto maneras para vencer el estrés del trabajo (que tú puedes copiarle): ?Tomar un paseo largo en bicicleta en medio del campo, me ayuda a alejarme de todo el ruido. Pienso: ?Disfruta ese dolor que sientes porque es lo que te va a ayudar a cruzar la línea primero. Si tienes un mal día, sal a correr y libera el estrés. Eso hace una gran diferencia?.
UN DOLOR EN EL CUELLO
La mañana después de la carrera, los pilotos de F1 padecen dolores en el cuello. Cada vez que ellos frenan en una curva, experimentan una fuerza G de entre 3.5 y seis kilos de presión: mayor a la que experimentan los astronautas cuando reingresan a la atmósfera. Cuando era más joven iba a todos lados con el casco puesto (de hecho, una vez le fijó una pesa de 10 kilos) para fortalecer los músculos de su cuello, lo cual atraía las miradas de la gente que lo veía como bicho raro. ?Ahora podría fijarle al casco en la parte superior hasta 10 kilos ( lo que significa 13 kilos) y luego acostarme en el borde de un banco para pesas y mover la cabeza en todas direcciones. Y, sin embargo, al terminar un día de práctica, conduciendo, mi cuello aún puede lastimarse como si no tuviera un entrenamiento previo?, dice.
El tiempo de esta charla ha propiciado que se enfríe el almuerzo del piloto. ?Está bien. De todos modos no como mucho?, dice. ¿Honestamente? ?A veces tienes un día en que no quieres ser molestado con la dieta, solo deseas quedarte en el sofá, ver la televisión y comer porquerías. Esos días son raros, de cualquier manera?. Asegura que ha renunciado a los refrescos porque se siente, ?más ligero. Esas pequeñas diferencias cuentan mucho?.
CAMBIA DE VELOCIDAD
La F1 no es necesariamente un juego para jóvenes y Hamilton, después de haber logrado tanto en sus 20, ya es considerado como uno de los más grandes de todos los tiempos en el deporte. Pero con todo el entrenamiento y los avances en la seguridad del coche, al iniciar la temporada 2015 ?la novena para él?, ¿aún se ve a sí mismo haciendo nueve más?
?No creo. Hay muchas cosas que me gustan de las carreras, pero es un largo año: empiezas a entrenar desde diciembre, comienzan las pruebas a finales de enero y duran todo febrero. Durante la temporada, viajas durante un mes y medio, y luego regresas a casa unos días y te vas otra vez. Estás constantemente viajando. La Fórmula 1 nunca se detiene. Cuando la temporada finaliza, al día siguiente estoy en la fábrica con los ingenieros haciendo ajustes en el coche para el próximo año. No sé si haré eso durante otros nueve años más?, dice.
¿Y entonces qué hay en su futuro? Hamilton habla apasionadamente sobre música… no como si fuera su siguiente paso profesional, sino como algo alterno que?lo ayuda a relajarse. Ha escrito 80 canciones y trabaja en ellas cuando tiene tiempo libre, incluso reserva algunas horas para meterse al estudio después de las carreras. ?Tú sabes, ¿a la gente no le gusta escuchar el sonido de su propia voz en un video? Bueno, soy muy parecido cuando se trata de mi música. Cuando escuchas a Adele o Beyoncé, quieres llorar. Ellos están en las Grandes Ligas. Yo… tengo la intención de estar… en una liga decente?. Pero lo primero es lo primero: ?Es un año más. El coche es mejor y quiero ganar?.